El Socas Canarias tira de casta y orgullo para prolongar su sueño e igualar la serie
viernes, 21 mayo, 2010 - 10:05El sueño sigue vivo. El Socas Canarias Ciudad de La Laguna tiró de casta y orgullo para empatar su eliminatoria de semifinales ante el Menorca (2-2) en un auténtico parto donde cada canasta, cada defensa, cada acción, costaron un mundo. La magia del Ríos Tejera, lleno hasta la bandera y ruidoso como en las grandes ocasiones, y el esfuerzo colectivo de los aurinegros cimentaron el triunfo tinerfeño (81-76) en un partido muy trabado de principio a fin.
El equipo aurinegro no estaba dispuesto a caer otra vez y menos ante su gente, otra vez impecable. Los locales aprovecharon un inicio titubeante y fallón, muy tenso por ambas partes, para aplacar antes los nervios y coger las primeras ventajas significativas en el electrónico (13-6 y 21-15) ante un rival que no jugaba nada cómodo en ataque. Sin embargo, una técnica a Chagoyen y su precoz tercera falta personal apretaron otra vez el tanteo.
Los fallos en los tiros libres (8/13 al descanso) y las segundas opciones en ataque de los visitantes (siete rebotes ofensivos al receso y 15 al final) impidieron al grupo de Alejandro Martínez romper el choque (32-27) ante un rival donde Marc Fernández mantenía a los suyos en la pomada ante el desacierto general y las dos faltas casi de inicio de Michael Umeh y Rahshon Turner.
Paco Olmos tuvo que tirar de su largo banquillo para mantener a los suyos con opciones, si bien fue siempre el Socas Canarias el que marcó la pauta del partido. El pundonor y el criterio de Urreizti y Garrido en la dirección junto a un inmenso esfuerzo colectivo, tanto atrás como delante, amagaron la ruptura de los anfitriones (45-35) tras un par de aciertos desde más allá de los 6,75 de un Guillén inmenso.
Sin embargo, la vuelta a la pista de Umeh (dos triples seguidos) impidieron la estampida de los locales. A partir de ahí, el Menorca hizo siempre la goma con desventajas entre cinco y tres puntos. Igual que el miércoles pasado, el partido estaba en el alambre y destinado a morir en un pulso de lo más intenso. Costó lo suyo mantener el mando de los acontecimientos, pero el Socas Canarias respondió con autoridad y oficio a las circunstancias.
Lejos de amilanarse ante la batería de recursos de los baleares, el Socas mantuvo la compostura. Un triple clave de Richi Guillén y una falta sobre Yáñez en la misma acción permitieron a los locales respirar un poco (73-67), pero no había manera de sentenciar. Las segundas opciones en ataque de los visitantes, la determinación de Ciorciari y Umeh y los libres anotados por Otegui pusieron muy cara la victoria en la recta final.
Sin embargo, al Socas no le tembló la mano. Guillén, Garrido y Yáñez no fallaron desde el 4,60 y allanaron el 2-2 en una eliminatoria de lo más intensa, que sigue poniendo a prueba el umbral físico de los dos equipos. Tendrá que sudar mucho el equipo balear si quiere hacer valer su condición de trasatlántico de la liga para tumbar el domingo a un equipo, el Canarias, con menos presión y dispuesto a seguir ejerciendo de irreverente.
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