El Isla de Tenerife Socas Canarias cede en la prórroga (96-90) tras acariciar una machada
viernes, 4 febrero, 2011 - 10:02Salió cruz. El Isla de Tenerife Socas Canarias rozó la hazaña en su visita al Lleida, tras remontar una desventaja de 19 puntos mediado el tercer cuarto y acabar cediendo en la prórroga (96-90), después de tener incluso una posesión para llevarse el choque a casa en el tiempo reglamentario (84-84). El enésimo acto de orgullo de los tinerfeños no bastó en esta ocasión para capear las dificultades y llevarse a casa la que hubiera sido su cuarta victoria consecutiva a domicilio.
Y eso que los canaristas firmaron un nuevo ejercicio de casta y pundonor para tirar de amor propio cuando las cosas pintaban feas, tan feas que los anfitriones llegaron incluso a pensar en levantar el average particular de 20 puntos que los aurinegros traían a su favor del choque de la primera vuelta (90-70). Todo eso en medio de un partido jugado a tumba abierta por ambos equipos que se decidió en un final de infarto. Como si de un tiovivo de emociones se tratara, el duelo vivió capítulos de euforia y desespero por parte de los dos contendientes.
El Lleida, que maniató a Richi Guillén hasta casi el último cuarto, amagó la ruptura en varias ocasiones. Lo hizo en el minuto 7 con un 18-9 cimentado en un Ambres en estado de gracia (11+4 al cierre del primer cuarto); lo intentó otra vez camino del receso (51-39, 20) y prácticamente lo dio por hecho a principios del penúltimo cuarto, cuando ganaba por 60-41 con un 9-2 de parcial a la vuelta de la pausa que disparaba la euforia en el Barris Nord.
El caso es que el Socas Canarias se resistió siempre y no tiró nunca la toalla, lo que dice mucho a favor del compromiso de un grupo que se está dejando la piel por la causa. Chagoyen, primero; Koshwal, al principio del segundo cuarto; y Richi en la recta final lideraron las distintas respuestas de un equipo, el tinerfeño, más irreverente que nunca. Un triple de Guzmán en el minuto 24 ponía casi la puntilla a los insulares (60-41), que sin embargo se rehicieron de una manera sorprendente y rozaron la proeza.
Un 0-10 camino del último cuarto con dos triples de por medio de Chagoyen y Sàbat cerraron una herida que iba camino de desangrarse y dieron pie a un ejercicio de valentía que sembró de dudas el Barris Nord. Ni siquiera el daño que hacía Mohammed en las penetraciones (8/8 en el minuto 33) servía a los ilerdenses para matar el partido. Es más, el despertar de Guillén, que comenzó a ver aro cuando más feas estaban las cosas, puso incluso al Canarias por delante (78-79, 37) y precipitó el partido hacia un final de infarto.
El pánico se apoderó por momentos de los locales, a los que les costaba incluso anotar desde el tiro libre. Nueve puntos de Guillén en el último cuarto cambiaron las tornas. Un triple suyo puso el 82-84, Guzmán igualó luego desde el 4,60 a falta de 13 segundos y el grupo de Martínez dispuso de una última posesión para ganar, pero el triple de Sàbat, demasiado lejano, no vio la cesta (84-84, 40); igual que el palmeo ya forzadísimo de Richotti.
La prórroga resucitó a los ilerdenses, que hicieron un 4-0 de entrada en el tiempo extra para encarrilar por enésima vez un triunfo que el Canarias estaba dispuesto a vender carísimo. Seis puntos de Richi (88-87 y 90-88) avivaron la resistencia aurinegra y mantuvieron vivas las esperanzas tinerfeñas hasta que Guzmán, Mohammed y Curtis acabaron por decantar la balanza del lado anfitrión en el último minuto y medio.
El 96-90 privó a los canaristas de festejar lo que hubiera sido una gran proeza, pero el desarrollo de la película dejó otra vez muy claro que el compromiso de este grupo merece mucho la pena. Tanto como para volcarse el viernes con el equipo en el Santiago Martín y buscar el desquite ante el poderoso Ford Burgos. La cita, a partir de las 21:00 horas.
-- Pinchar aquí para ver las estadísticas