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El Isla de Tenerife Socas Canarias pierde en un cara o cruz (68-69)

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El Isla de Tenerife Socas Canarias encajó este viernes noche una dolorosa derrota tras acariciar la hombrada ante el potente Ford Burgos (68-69) en un partido durísimo que nació, creció y murió entre trincheras, trabado y con muchas imprecisiones de por medio. Una canasta de Chus Castro sobre la bocina truncó las esperanzas canaristas que llegaron a rozar la victoria con un canastón de Richi Guillén a cuatro segundos del cierre.

Por segunda semana consecutiva, los pupilos de Alejandro Martínez ven cómo se les escapa de entre las manos un partido en el que hicieron méritos suficientes para ganar, sobre todo tras exprimir sus recursos en un encomiable ejercicio de supervivencia para sortear las dificultades planteadas por el rival, lo que les permitió llegar al final con opciones. Y todo eso a base de un derroche de esfuerzo y fe que sin embargo no obtuvo recompensa.

El Ford Burgos sumó su octava victoria consecutiva tras llevar el partido a un cara a cara muy físico y sacar tajada del tremendo desgaste al que se vio sometido el grupo de Martínez para paliar los contratiempos surgidos por el camino. Y eso que los anfitriones salieron a la pista sin complejos y llegaron a mandar con solvencia (18-6) en el electrónico. El acierto en la dirección de Sàbat y sus balones interiores a los pívots aurinegros propiciaron un arranque con marcado color local, al tiempo que Yáñez se sumaba a la fiesta desde el 6,75 y los burgaleses se ofuscaban en ataque ante la buena defensa canarista.

El caso es que la salida a pista de Rai López cambió el devenir del encuentro y espabiló a los de Andreu Casadevall. El Ford Burgos comenzó entonces a correr y apretó atrás para igualar la contienda (26-26). La tercera falta de Chagoyen en el minuto 14 acabó de complicarle las cosas a los insulares, que pese a todo camuflaron como pudieron sus carencias para llegar al receso sólo dos abajo (35-37). Con el camino sembrado de minas y encajando cómo mejor podía la dureza defensiva de su rival, el conjunto tinerfeño jugó una minutada con Nacho Yáñez al cuatro.

Con Chago cargado de faltas y los recursos interiores limitados, el Isla de Tenerife Socas Canarias, pese a estar contra las cuerdas, hizo de tripas corazón para mantenerse en la pomada. Las penetraciones de Richotti, un par de acciones de Gansey, un triple de Yáñez y, sobre todo, un gran acto de fe en defensa, permitieron a los aurinegros llegar con opciones al último cuarto. Una vez en los últimos diez minutos y ya con Chagoyen en la pista, el grupo de Martínez dio otro pasito al frente para encarrilar el partido y acumular serios argumentos para llevarse el triunfo.

La vuelta del andaluz fue un espaldarazo para que el Santiago Martín se metiera de lleno en el encuentro. Con la grada rugiendo y el Burgos incapaz de hacer valer su teórico potencial, hasta el punto de no ver aro en casi cinco minutos,  un triple de Sábat y la clase de Guillén pusieron al Socas Canarias en franquicia (65-60). Fue entonces cuando apareció Micah Downs, hasta ese momento muy bien sujeto, para salvar a su equipo de un destino que pintaba muy feo. Varias acciones suyas consecutivas y un triple de Lorant desde la esquina llevaron el encuentro a un final de infarto.

Con uno abajo (66-67), Guillén anotó un canastón desde la media distancia y disparó las esperanzas en un recinto, el de Los Majuelos, que vibraba al máximo con su equipo. Sin embargo, el Burgos tenía aún un as en la manga. Una slalom de Chus Castro de pista a pista y una bomba escorado y desde fuera de la zona por encima de la defensa aurinegra daba la victoria a los visitantes sobre la misma bocina y dejaba sentenciada la contienda para los de Casadevall.

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