El Iberostar Socas Canarias perpetúa la leyenda del Juan Ríos Tejera con una trabajada victoria
domingo, 23 octubre, 2011 - 08:10
La leyenda sigue viva. La magia de un Juan Ríos Tejera casi lleno llevó este domingo en volandas al Iberostar Socas Canarias a un nuevo y trabajado triunfo, el quinto consecutivo, en esta ocasión ante un Girona FC (80-69), que vendió muy cara su derrota y certificó de paso el verdadero nivel de la actual Adecco Oro, uno de los caminos de minas más tortuosos que se recuerdan en los tres lustros de historia de la liga. Ocupado el Santiago Martín por otro evento, el grupo de Alejandro Martínez tiró de carácter, paciencia e intensidad en su vuelta al recinto de San Benito para tumbar a un rival muy ordenado y descarado al que costó sacar de rueda.
No fue tarea fácil, entre otras cosas porque el equipo de Zan Tabak afrontó el encuentro sin complejos y se amparó en el buen hacer de sus exteriores Nacho Ordín y Sergi Pino para plantar batalla de inicio a un equipo, el canarista, que arrancó un tanto acelerado. Lejos de amilanarse por el ambientazo que registró la histórica cancha lagunera, el Girona salió respondón e incluso llegó a manejar ventajas significativas (15-22, 21-29 y 30-35) camino del receso.
La salida a pista de Richotti, con tres triples casi consecutivos y un 2+1, metió al equipo tinerfeño en el partido, al tiempo que Guillén lideraba la batalla bajo tablero (seis rebotes al descanso) y Jakim Donaldson asumía la responsabilidad en ataque. Resueltas las imprecisiones iniciales, el Iberostar Socas Canarias comenzó a marcar territorio (39-35, 20) ante un Girona que de todas formas no tiraría tan fácilmente la toalla. Tras la pausa, el partido creció con un intercambio de canastas que los anfitriones trataron de romper forzando el ritmo y aumentando la intensidad de su juego.
Un 2+1 atropellado de Guillén y un posterior triple de Levi Rost amagaron la ruptura definitiva (56-47), pero Canals y Pino respondieron desde el perímetro y volvieron a meter a los catalanes en el partido. Y de hecho pudieron meterse todavía más si hubieran aprovechado mejor una técnica señalada a Fotis Lampropoulos por protestar una falta que permitió a los visitantes irse cuatro veces seguidas al 4,60 para atinar sólo dos de sus lanzamientos.
El Girona seguía erre que erre e, incluso, llegó a ponerse 68-66 con poco más de cuatro minutos para el final. Sin embargo, el Iberostar Socas Canarias tiró de madurez y determinación para resolver un epílogo espinoso, que lo fue menos gracias al empuje de un Ríos Tejera alborotado y a la calidad aurinegra en varias acciones de mérito consecutivas. Un palmeo de Jakim Donaldson, un pick and roll jugado con maestría entre Guillén y Sàbat, una penetración de lujo del propio Álbert y un triple de Rost, más el pertinente esfuerzo atrás, allanaron ya del todo el triunfo aurinegro para desatar la algarabía de los suyos en el graderío.
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