El Iberostar Socas Canarias cede su primera derrota en casa de la temporada
domingo, 8 enero, 2012 - 09:01
El Iberostar Socas Canarias vio truncada este domingo su racha de victorias como anfitrión ante un Grupo Iruña Navarra muy serio (55-67) que hizo buenos los pronósticos de quiénes le señalaban como un rival en forma y muy peligroso. El grupo de Ángel Jareño, que ya fue capaz de ganarle a los aurinegros en la primera vuelta, repitió méritos e infringió la primera derrota de este curso como local a un equipo, el tinerfeño, que fue un querer y no poder.
El conjunto de Alejandro Martínez salió muy metido y aprovechó la inspiración inicial de Jakim Donaldson (seis puntos seguidos y un tapón descomunal) y de Nico Richotti para firmar un buen inicio, que sin embargo no encontró la consistencia necesaria para perpetuarse en el tiempo. El Navarra, un equipo ordenado y con los papeles muy bien definidos, aprovechó el factor Starosta para no sólo nivelar la balanza, sino para comenzar a abrir las primeras brechas significativas.
Los rojillos explotaron los 216 centímetros del checo y, sobre todo, exprimieron las penetraciones de sus pequeños, al tiempo que el Iberostar Socas Canarias, más espeso de que de costumbre, se perdía en imprecisiones y malos tiros (11-19). La salida a cancha de Heras, con dos canastas consecutivas, y un contraataque bien acabado por Nico, apretaron la contienda (18-19), pero igual que ocurriera de entrada, el buen hacer aurinegro no tuvo prolongación.
Los navarros firmaron un parcial de 4-17 camino del receso y hurgaron en el mal momento de los insulares. Iñaki Sanz, primero; y Mikel Uriz, después, pusieron la bola dónde más lo necesitaba su equipo y, cuando no se apoyaban en la atalaya infranqueable de Starosta, rompían la defensa tinerfeña a base de penetraciones. En esta dinámica, el grupo de Ángel Jareño llegaba al descanso dejando a los aurinegros en unos guarismos muy por debajo de sus promedios de esta campaña (23-36, 20).
Lejos de tirar la toalla y pese a mostrarse empanado por momentos, el Iberostar Socas Canarias buscó la remontada a la vuelta de vestuarios, pero lo hizo con más orgullo que acierto. Un 6-0 de entrada supuso el primero de los mil y un acercamientos en el electrónico que los locales protagonizaron durante un segundo acto calcado en sensaciones: arreón, esperanza y mazazo. Así funcionó el guión de una segunda mitad en la que los tinerfeños, espoleados por su público, estuvieron varias veces a seis puntos, pero dejaron siempre a medias su reacción.
Con Guillén bien sujeto y los porcentajes sin acabar de despegar, el Iberostar Socas Canarias se fajó atrás, agotó varias de las posesiones del Navarra e, incluso, atajó la vía de agua de Starosta, que acabaría gastando innumerables tiros sin excesiva eficacia (7/19). El caso es que el Navarra aprovechó para sacar a flote otras virtudes, cuando más daño hacía a los aurinegros.
Un triple de Jorge García al principio del último cuarto para estirar otra vez a diez la diferencia fue sólo un botón de muestra de las diversas acciones en las que los visitantes respondieron con un acierto de lo más oportuno para abortar los numerosos intentos de remontada de los tinerfeños. El grupo de Martínez acabó pues remando a más no poder, pero perdido en un querer y no poder que no hizo más que certificar la victoria del Grupo Iruñpa Navarra, su noveno triunfo en los últimos diez encuentros.
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