Winslow rememora a Winslow
sábado, 7 julio, 2012 - 10:07Winslow rememora a Winslow. Justise reedita a Ricky. Es el vivo retrato de su padre, pero zurdo. Casualidades de la vida, el destino ha cruzado al técnico Alejandro Martínez, entrenador del Canarias las últimas ocho temporadas y artífice de los ascensos a la Adecco Oro y a la ACB, con Justise Winslow, hijo del que fuera jugador aurinegro a finales de los años ochenta, Ricky Winslow, e integrante de uno de los equipos de leyenda que alumbró el club tinerfeño en sus 73 años de historia.
La selección española U17, que este viernes derrotaba a China en el cruce de cuartos de final (64-57), se cruza este sábado con la favorita Estados Unidos en una de las semifinales del Mundial de la categoría que se disputa estos días en Kaunas (Lituania). El equipo español mide su talento a un grupo físicamente por encima del resto de candidatos a las medallas, un equipo donde la plasticidad y los mates de Justise han dejado ya varias perlas para los higlights del torneo. Su apellido y el enorme parecido con su padre le delatan.
Ataca el aro con la misma determinación que su progenitor y luce una estampa de jugador atlético, capaz incluso, por osado que parezca, de resistir la comparación con los vuelos sin motor de Winslow sénior, los mismos que en su día hicieron vibrar a la afición canarista en el histórico Juan Ríos Tejera, gracias a la chistera de Pepe Cabrera. Corría la temporada 87/88 y el entonces secretario técnico aurinegro tuvo que actuar rápido para cambiar de golpe a la pareja de americanos de un equipo, el tinerfeño, que tenía ante sí el difícil reto de igualar la mejor campaña de su vida.
Los problemas extradeportivos acarrearon la marcha de Eddie Phillips y Mike Harper, un dúo que un curso atrás había liderado la irreverente irrupción canarista en su tercera etapa en la élite del baloncesto español, junto a los Carmelo Cabrera, Germán González, Salva Díez, Manolo de las Casas y compañía, para firmar un histórico sexto puesto y convertir la plaza de Tenerife en una garantía de espectáculo para toda la España cestista del momento.
Los acontecimientos se precipitaron en el mes de diciembre, con la liga en plena ebullición, y Cabrera se trajo de golpe a Ken Perry, un pívot blanco de 2,08, y a Ricky Winslow, un anotador compulsivo, que había sido drafteado meses atrás, en segunda ronda, por los Chicago Bulls, pero cuya fugaz aparición por la NBA se había limitado a siete partidos con los Bucks. La nueva pareja de americanos no sólo superó con nota el desafío de sustituir a Phillips y Harper, sino que además contribuyó de lleno a que el Canarias firmara, por segunda temporada consecutiva, aquel sexto puesto en la ACB con un añadido de lujo: la clasificación para la Copa Korac.
El salto a Europa de Winslow no pudo ser más certero, entre otras cosas porque la filosofía de juego del Canarias, la misma que ha perdurado con el paso de los años, contra viento y marea, coincidía de lleno con su perfil de jugador. Espectacular en sus acciones y acostumbrado al juego rápido y de contraataque de su Universidad de Houston (1983-87), Ricky encajó de lujo en aquel Canarias e irrumpió en la liga con maneras de figura, hasta el punto de que en la siguiente temporada fue fichado por el Estudiantes para relevar a otro mito ochentero de los mates y el baloncesto espectáculo, David Russell.
Winslow padre acabaría haciendo carrera en España (llegó a semifinales de la Euroliga con el Estu de Orenga, Antúnez, Herreros y Pinone), antes de jugar en Francia (Pau Orthez) e Italia (Cantú) para volver a la ACB (Amway Zaragoza) y encarrilar su retirada en el basket turco, donde llegó incluso a jugar como nacionalizado con el nombre de Resat Firincioglu y estiró su trayectoria vistiendo las camisetas de Turk Telekom, Ulker y Efes Pilsen.
Ricky siguió luego vinculado al baloncesto ejerciendo de entrenador en la High School de St. Johns, en su Houston natal, donde ha tenido la oportunidad de entrenar a su hijo Justise. Winslow júnior disputa ahora el Mundial U17, aún siendo integrante de la generación del 96 (la mayoría de los que están en Lituania son de la añada del 95), y antes de dar el salto a la NCAA.
De momento, las páginas especializadas en scouting que abruman con estadísticas, crónicas e historias varias el seguimiento mediático en internet de las competiciones de high school y NCAA, le atribuyen un sinfín de novias (Arizona, Florida, Harvard, Oklahome State, Texas, Ucla), incluida la Universidad de Houston, donde jugó su padre, y cuyas fotos con la camiseta del Canarias ha tenido la oportunidad de disfrutar estos días el propio Justise, gracias a su casual coincidiencia con Alejandro Martínez y al material que figura en la fototeca canarista, recopilado en su día por el club para la exposición de su 70 aniversario.
El técnico aurinegro le ha enseñado a Justise Winslow las imágenes de su padre Ricky Winslow con la camiseta del Canarias, las mismas en las que aparece fajándose con Audie Norris en un partido contra el Barça de la época, atacando la canasta pese a la oposición de Ferrán Martínez o dialogando con Carmelo Cabrera en un entrenamiento en el Ríos Tejera. Veinticinco años después, Winslow rememora a Winslow, Justise se atreve a mejorar la versión de Ricky con otro aurinegro de testigo, el seleccionador español Alejandro Martínez.
Por Marcos Perera / La Laguna
-- Fotos: FIBA.com, fototeca del Iberostar Tenerife, archivo personal de Agustín Arias (periodista de El Día) y archivo del Diario de Avisos.
-- Pinchar aquí para ver los higlights de Justise durante el reciente torneo amistoso U17 celebrado en Gran Canaria, preparatorio del Mundial.