La fe y el compromiso del Iberostar Tenerife obtienen por fin su recompensa
domingo, 11 noviembre, 2012 - 04:11
La familia canarista volvió a festejar este domingo una victoria en ACB 7.862 días después. El equipo tinerfeño desempolvó su casillero de triunfos en la élite, coincidiendo con su visita al Cajasol (68-79), para darse su primera alegría del curso, en su reencuentro con la máxima categoría tras 22 años de ausencia.
Un inicio de temporada espinoso, con un calendario de lo más exigente y un buen puñado de méritos contraídos sin recompensa, postergaron más de la cuenta un premio buscado con ahínco y fe, mucha fe. La espera tocó a su fin en San Pablo, gracias a un partido muy serio planteado por el grupo de Alejandro Martínez, que se mostró igual de competitivo que en ocasiones anteriores, pero se desenvolvió con más contundencia en un desenlace apretado.
Con el partido en el alambre, la presión le pudo a los andaluces, metidos también en el vagón de sufridores de la liga. Un 0-14 de los canaristas en el momento de la verdad, en los últimos tres minutos, cuando la situación exigía un paso al frente, catapultó a los tinerfeños para ponerle la guinda a un minucioso ejercicio colectivo, con cinco de sus jugadores en dobles dígitos de anotación y un mensaje a navegantes: el compromiso y la fe de este grupo son argumentos de peso para demostrar que el objetivo de la permanencia es un reto posible de alcanzar.
El primer acto careció de un dueño claro. Los dos equipos intercambiaron protagonismo anulándose en su juego interior y dejando el peso del partido al perímetro. Con Blagota Sekulic y Jakim Donaldson bien defendidos (Triguero parecía por momentos un muro en tareas de contención), el Canarias trató de aprovechar de entrada la buena mano de Saúl Blanco y Levi Rost para contrarrestar el daño que hacía el triángulo formado por Satoransky, Holland y Ausbury, que acaparó 19 de los 23 puntos locales en el primer cuarto (23-19, 10').
El grupo de Aíto García Reneses amagó con romper el partido en varios momentos (18-12, 6'; 21-15, 8'; y 25-19, 11'), pero la segunda unidad de los tinerfeños aguantó el tipo y encarriló incluso los mejores minutos aurinegros de la primera mitad. Nico Richotti fue a más en ataque y la pareja Lampropoulos-Chagoyen se ganaba el respeto bajo tablero (27-27, 15' y 29-31, 17'), coincidiendo con la feliz reaparición de Jaime Heras.
Sólo el error en los tiros libres (7/12 al descanso) impedía a los canaristas refrendar sus reacciones con un mejor tanteo que terminara de cuajar las buenas sensaciones que los de Martínez acumulaban aún de manera intermitente. No lo desaprovechó el Cajasol que volvió a exprimir la explosividad y el físico de Holland y Ausbury para firmar un 10-0 de parcial maquillado por un triple de Ricardo Úriz antes del descanso (39-34, 20').
De menos a más
A la vuelta de la pausa, el Canarias encontró por fin la llave de la pintura sevillana. Los balones interiores a Blago y Fotis comenzaron a hacer daño entre la defensa andaluza, mientras que su perímetro ya no anotaba con la misma facilidad. Un 0-12 de parcial, con dos triples de por medio de Úriz y Blanco, sellaron el primer aviso serio de los tinerfeños (45-50, 25'), mientras los nervios empezaban a atenazar a los sevillanos.
Un paso al frente en defensa del Cajasol volvió a apretar la contienda (59-59, 30'), pero la respuesta del Canarias en el último cuarto fue más contundente que nunca. A esas alturas, Lampropoulos se había ganado ya los galones en las dos zonas, lo que unido a la aparición de Jakim Donaldson, hasta ese momento muy bien maniatado, y a la decisión de Nico Richotti en ataque multiplicaban los argumentos aurinegros.
Un triple de Levi para el 68-68, dos libres posteriores de Jakim y un triple clave de Saúl Blanco a falta de 2:29 (68-73, 38'), terminaron de sembrar el pánico en San Pablo, mientras las dudas se adueñaban de un Cajasol que esta vez no tenía recursos a los que agarrarse.
Con Satoransky agotado y sus compañeros escasos de ideas en ataque, el Canarias apretó atrás, cerró mejor que nunca el rebote defensivo y
prolongó sus buenas sensaciones. La serenidad y los libres de Úriz hicieron el resto para allanar un parcial demoledor de 0-14 que acabaría materializando la ansiada victoria canarista.
-- Foto de portada (Tolo Parra / ACB Photo): Ricardo Úriz cuajó este domingo uno de sus mejores partidos como aurinegro.
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