El enorme esfuerzo del Iberostar Tenerife no obtiene recompensa
sábado, 8 marzo, 2014 - 10:03
El Iberostar Tenerife cayó este sábado en un partido de infarto ante el Tuenti Móvil Estudiantes (94-96) tras un duelo que se hizo eterno y que necesitó de dos prórrogas para decidirse. Lo pelearon los aurinegros hasta el último suspiro, pero su enorme esfuerzo para hacer frente a las adversidades no tuvo la recompensa deseada. Los canaristas salvaron al menos el average particular ante un rival directo en la lucha por la permanencia.
Quedó ese consuelo y la sensación de que hay argumentos para enterrar pronto la racha de ocho derrotas ligueras consecutivas. Razones que se apoyan sobre todo en la fe de los canaristas para encarar las dificultades que minan su camino. Por ejemplo, las que deparó este sábado la ausencia por lesión de Nico Richotti, con la consecuente merma en la rotación exterior, y las que asomaron durante un partido que, pese a la derrota, los canaristas batallaron como gladiadores.
El grupo de Alejandro Martínez tuvo los arrestos de levantar una desventaja de diez puntos a cinco minutos del final del tiempo reglamentario (56-66, 35) para forzar una prórroga que luego no leyó lo suficientemente bien cuando ganaba de cuatro (85-81, 43), lo que le condenó a un segundo tiempo añadido, donde el tiovivo de alternativas decantó la victoria para los del Ramiro.
Hasta ahí el partido nació y creció revoltoso, con un cúmulo de escollos que los aurinegros trataron de sortear desde el colectivo. No bastó el partidazo de Saúl Blanco (25+13 para 40 de valoración), ni habar ganado la batalla del rebote por segundo partido consecutivo (42 rechaces frente a 38 del rival). Ni siquiera haber valorado 25 créditos más que el Tuenti Móvil Estudiantes (115 frente a 90). La mejor lectura de los del Ramiro en la segunda prórroga y el partidazo de Ivanov, dedicado a su hermano recientemente fallecido, pudieron más en la balanza final.
Fueron múltiples las ocasiones en las que los canaristas neutralizaron los intentos de estampida de su adversario. Desde los triples iniciales de Miso y Rabaseda (4-11, 4), hasta un 56-66 en el minuto 35 que ponía realmente cuesta arriba la contienda. Tuvo que buscar siempre un esfuerzo más que el rival, un gesto más de carácter para llegar con opciones al final el Iberostar Tenerife. El caso es que no acabó de prolongar lo deseado sus arreones de orgullo.
Y eso que, cuando estuvo contra las cuerdas, sacó su mejor versión. Dos triples de Blanco y otro de Heras (67-68, 38) metieron a los de Martínez con opciones en el primero de los tres epílogos que vivió el partido. El buen entendimiento entre Luke Sikma y Ricardo Úriz y una bandeja valiente del navarro, en un jugadón de pizarra de los aurinegros, forzaron la primera prórroga (74-74, 40) y desataron la euforia en el Santiago Martín.
Euforia que creció aún más con un triple del Pipa Gutiérrez al poco de iniciarse el primer tiempo añadido y una posterior canasta de Sikma (81-77, 42). Los aurinegros acariciaban entonces la victoria con la punta de los dedos. Un mate del argentino y dos libres de Úriz (85-81, 43) les permitían soñar con argumentos.
Sin embargo, fue ahí cuando el Estu firmó un punto de inflexión para llevarse el partido. Dos libres de Van Lacke y una canasta de Slokar seguida de un ataque mal resuelto por los locales forzaron el 85-85 y la segunda y última prórroga. El partido volvió al intercambio de canastas y en ese pulso de emociones, el equipo visitante jugó mejor sus bazas. Un triple de Kuric para el 92-95 (49) sentenció prácticamente a los aurinegros, que sólo pudieron salvar el average particular antes del 94-96 definitivo.
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