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El Iberostar Tenerife muere en la orilla en Illumbe

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El Iberostar Tenerife murió en la orilla en Donosti, tras enmendar un mal arranque de partido (26-9, 10’), ir de menos a más y acabar cediendo ante un Gipuzkoa Basket, que se manejó mejor en los minutos finales (70-66). El equipo tinerfeño hizo méritos, tras un inicio cuesta arriba, liderado por un incisivo Nico Richotti y bien secundado por la mejor versión de Daniel Kickert desde su reciente llegada a la Isla, pero aún así se quedó a las puertas de la que hubiera sido su undécima victoria.

No bastaron la mejoría defensiva, ni el voltear la batalla  del rebote (46 capturas aurinegras por 36 locales, con Jesús Chagoyen y Luke Sikma, ambos con ocho rechaces, de destacados). Un triple de Javi Salgado desde más de ocho metros, una rigurosa antideportiva y el acierto en los libres del equipo donostiarra en los últimos suspiros del choque, en el intercambio de golpes finales, dejaron la victoria en el San Sebastián Arena.

Para llegar hasta ahí, tuvo que remar, y mucho, el Iberostar Tenerife, que se vio superado de entrada por los balones interiores a David Doblas y el buen hacer de Jason Robinson. El tremendo acierto de los vascos en el tiro hurgó aún más en la herida y disparó a los de Sito Alonso en el marcador hasta los 17 de ventaja (26-9). Sin embargo, lejos de venirse abajo los pupilos de Alejandro Martínez dieron un paso al frente para igualar la contienda, con un brillante segundo cuarto (37-34, 20’).

Con la mal llamada segunda unidad en pista, el equipo aurinegro apretó atrás, cerró bien el rebote y fue recortando distancias progresivamente, al abrigo de los puntos de un inspirado Nico Richotti (14 puntos en el segundo cuarto casi sin fallo), el acierto en la dirección de Biviá y el coraje de Chagoyen bajo tablero.  No bajó ya el pistón el equipo aurinegro, pese a verse golpeado nuevamente con dos triples de Salgado y Huskic y  otro parcial significativo de 8-0 en contra a la vuelta de la pausa:  45-34, 24’.

La irrupción de Kickert, que hizo mucho daño desde el 6,75, y el buen trabajo atrás sobre las mejores opciones ofensivas de su rival, llevaron al CB Canarias a igualar la contienda (51-51, 56-56) y a forzar un epílogo tremendamente parejo. Fue ahí cuando los detalles desnivelaron la balanza a favor de los locales. Pesó mucho un triple desde su casa de Salgado para el 65-60, contrarrestado por otro de Richotti, después de que el balón rebotara varias veces en el aro en unos segundos de suspense eternos.

Una posterior antideportiva sobre el propio Salgado y el acierto de los guipuzcoanos desde el 4.60, ante el querer y no poder de los aurinegros, acabaron por certificar su derrota, después de tanto tiempo remando contracorriente.

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