El Iberostar Tenerife se desmelena en Murcia
domingo, 11 mayo, 2014 - 12:05
El Iberostar Tenerife impone su sello en Murcia (72-87). El equipo aurinegro festejó de la mejor manera posible la salvación matemática conseguida recientemente, al imponerse con autoridad en su visita al UCAM. Hasta seis jugadores en dobles dígitos de valoración, incluido un enorme Fotis Lampropoulos (11+10), que reaparecía tras más de siete meses lesionado, cimentaron un triunfo de mérito de los canaristas, que alcanzan así su duodécima victoria de la temporada.
Con los dos equipos ya salvados y desinhibidos por su continuidad en la élite tras no pocas dificultades, el grupo de Alejandro Martínez se llevó un duelo de descarados entre dos bandos con mucho talento ofensivo en su repertorio. En esa tesitura, con el partido planteado como un pulso de dos propuestas alegres, los aurinegros se movieron en su salsa, cerraron a tiempo el rebote defensivo, manejaron mejor sus virtudes y se adjudicaron merecidamente el encuentro desde la exhibición y el compromiso del colectivo.
Y todo eso, pese al partidazo de Víctor Arteaga, un diamante en bruto en el selectísimo clan de interiores españoles próximos a los 2,10. Con el conquense haciendo valer lo mucho y bueno que ya barruntó este mismo curso en su cesión en LEB, el UCAM no pudo en cambio contrarrestar la mayor alforja de recursos de los aurinegros, que impusieron su sello conforme avanzaron los minutos. El buen arranque del pívot local dejó huella en el electrónico en los compases iniciales (11-8, 6), pero el buen hacer de Fotis, cinco puntos seguidos de Nico Richotti y una canasta de Carl English facilitaron un 0-7 de parcial para los tinerfeños (13-18, 9).
Un triple de Dan Kickert para cerrar el primer cuarto (17-21, 10) y un buen arranque del segundo lanzaron entonces a los de Martínez. Con los puntos del australiano, la considerable mejora en el rebote y los principales estiletes del UCAM bien sujetos, el Iberostar Tenerife fue evidenciando su mejor versión de manera progresiva (26-36) hasta el 34-43, del descanso. Las buenas sensaciones canaristas tuvieron su continuidad tras la pausa, cuando los aurinegros se desmelenaron ya del todo.
La paciencia en ataque para buscar al compañero mejor situado y explotar el pase extra, el acierto en la dirección de Ricardo Úriz y un trabajo enorme bajo tablero de la dupla formada por Lampropoulos y Sikma, permitieron a los insulares cobrar su máxima ventaja (42-59, 27), coincidiendo otra vez con una buena salida de Kickert desde el banco y con la desorientación defensiva de un Murcia, por momentos fuera del partido (50-65, 30).
El orgullo de los pimentoneros, el toque de atención de su público y un buen último cuarto de un hasta entonces inédito Scott Wood, postergaron la sentencia definitiva del choque un poco más (60-70, 32), sólo lo que tardaron en aparecer otra vez las canastas de un Sikma omnipresente, un par de acciones de mérito de un Blanco cada vez más letal y el empuje de un colectivo, el aurinegro, que pudo festejar la salvación con una alegría más que merecida, justa recompensa por fin a muchos esfuerzos sin premio vividos durante la segunda vuelta.
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