El Iberostar Tenerife ‘muerde’ en defensa para sumar su décima victoria del curso
domingo, 15 febrero, 2015 - 03:02
El Iberostar Tenerife impone su ley. El equipo aurinegro sumó este mediodía su décima victoria de la temporada a costa de un Rio Natura Monbus (77-53) al que superó de principio a fin, sin apenas concesiones. Otro gran ejercicio defensivo de los tinerfeños, junto al acierto desde el triple (14/29), con un entonadísimo Saúl Blanco a la cabeza, y el dominio del rebote, explican, en parte, el triunfo de un equipo, el de Alejandro Martínez que suplió la ausencia por lesión de Blagota Sekulic desde la fuerza del colectivo.
No hubo más historia, entre otras cosas porque el conjunto insular así lo quiso desde el minuto cero. Con los canaristas mordiendo en defensa, el Obradoiro jugó siempre a remolque y al son del ritmo impuesto por los bases aurinegros. Un alley oop de Sikma seguido de un triple del de Washington, Seattle, al poco de iniciarse el choque (7-2, 3), fue solo el preludio de lo que estaba por venir. El Iberostar Tenerife cerró bien el rebote y se soltó en ataque, siempre después de un buen trabajo atrás, lo que aumentó, y mucho, la confianza de los de Martínez.
Como si de un martillo pilón se tratara, el equipo aurinegro no dio pie siquiera a algún atisbo de reacción visitante, por mucho que el Rio Natura tratara de meterse en partido con los puntos de Waczynski o los balones interiores a Maxi Cleber. Pese a la ausencia de Sekulic, el Canarias jugó muy bien sus bazas en las dos zonas, con muchos minutos de Rost jugando al cuatro y haciendo una gran labor de desgaste sobre los pívots gallegos. En esa tesitura, el grupo de Moncho Fernández no jugó nunca cómodo y cayó presa de la impotencia.
La irrupción de Blanco desde el banquillo, letal desde el 6,75 (6/7), fue el fogonazo definitivo para que el Canarias abriera brecha y se fuera al descanso con 15 puntos de ventaja (44-29). Lejos de bajar el pistón, el guión se mantuvo idéntico tras la pausa, con un mayor rigor defensivo si cabe de los aurinegros, que nublaron ya del todo las esperanzas del rival. Por el camino, Martínez dio minutos incluso al interior senegalés Mamadou Niang "Petit", jugador del vinculado RC Náutico y clave en el día a día de los aurinegros.
Con el partido roto, la renta de los anfitriones no hizo más que crecer (75-47, 37). Con todos aportando (los doce jugadores que salieron a pista, incluido el júnior Alberto Cabrera capturaron al menos un rebote) y el bloque mordiendo en defensa, con un generoso esfuerzo de todos en las ayudas, el Iberostar Tenerife acabó de cerrar su décima victoria del curso, espoleado por una afición que le llevó en volandas y que vivió in situ el mejor adelanto posible para la otra fiesta que estaba por llegar, la del Carnaval tinerfeño.
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