El Iberostar Tenerife se queda cerca de sorprender al Granca
domingo, 31 enero, 2016 - 03:01No pudo ser. El Iberostar Tenerife puso este domingo en aprietos la fortaleza del Gran Canaria Arena y se quedó cerca de sorprender al Herbalife en un intenso y bonito derbi canario (90-80), que no se decidió hasta los últimos minutos. El grupo de Txus Vidorreta plantó cara a su rival, tiró de coraje y orgullo para pelear por la victoria y sólo cedió en un epílogo trabado, donde la calidad de Albert Oliver irrumpió entre las imprecisiones y los nervios de ambos para desnivelar la balanza a favor de los anfitriones.
Hasta ahí, el choque nació y creció a ritmo de vértigo, con tres cuartos y medio de lo más equilibrados, marcados por el descaro de ambos equipos. No le tembló el pulso a los aurinegros para salir sin complejos y advertir desde el arranque sus intenciones de romper la historia (los canaristas nunca han ganado en territorio grancanario en el marco de la ACB). El buen hacer de San Miguel en la dirección, incisivo para penetrar y asistir, encarriló la valiente puesta en escena de los tinerfeños (2-6 y 6-9, tras triple del aragonés).
El Granca reaccionó para coger el mando desde el 4,60 primero, metiendo a Jones en tres faltas muy pronto, e intentando abrir brecha luego desde la larga distancia. Tres triples consecutivos de los amarillos, una bandeja de DJ Seeley y un acierto de Alen Omic desde el tiro libre, ya al inicio del segundo cuarto, amagaron con una primera ruptura importante (31-23, 11'), pero lejos de arrugarse , el Iberostar Tenerife respondió con la misma moneda.
Un parcial 0-9 de los visitantes, cimentados en tres triples de Arco, Sekulic y Hanley (31-32), dispararon ya del todo el ritmo de un encuentro que crecía sin tapujos en ataque, para deleite de los aficionados. Granca y Canarias firmaron entonces un pulso desde el 6,75 de lo más vistoso. Con unos y otros enchufados, el derbi ganaba en intensidad sin un dueño fijo, aunque con ligeras ventajas para los locales (51-47, 20'), gracias en parte al buen trabajo atrás de Rabaseda. El caso es que a la vuelta de la pausa, un nuevo arreón aurinegro liderado por Arco sembró aún más la incertidumbre entre la afición local (53-58).
Tuvo que endurecer sobremanera su defensa el Herbalife, metiendo muchas manos, para recuperar el mando (68-62), pero no conseguía despegarse de un Iberostar correoso, superior en el rebote y dispuesto a pelear hasta el final (72-67, 30'). Conforme se olía el desenlace, ambos equipos entraron en un intercambio de errores y sólo la calidad de Oliver emergió entre el fango para comenzar a destrabar el partido a favor de los locales (81-72).
Hubo aún tiempo para algún coletazo de orgullo aurinegro (81-76, tras canastón de Arco), pero un triple de Oriol Paulí primero y las imprecisiones canaristas, después, sentenciaron ya del todo el derbi a favor del Herbalife Gran Canaria (90-80), con una renta demasiado abultada para lo visto sobre el parqué.
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