Un Granca muy físico se lleva un derbi de máxima intensidad
sábado, 11 febrero, 2017 - 10:02
No pudo ser. El Iberostar Tenerife vio truncada este sábado su racha de seis victorias consecutivas en ACB ante un Herbalife Gran Canaria muy físico (60-70). Un mal día en el triple (4/25) y un parcial de 0-17 camino del descanso condenaron a un equipo, el aurinegro, que pese a todo no se rindió nunca e, incluso, con 13 abajo a cuatro minutos del cierre (49-62), tiró de orgullo para intentar forzar un epílogo igualado (58-64, 38).
Una vez ahí, tras remar mucho contracorriente, en pleno arreón final, una antideportiva a Aaron Doornekamp por un bodycheck, de los muchos acontecidos durante un duelo de máxima intensidad, antes de que se pusiera el balón en juego, acabó de sentenciar a los canaristas, ante el enfado generalizado con los árbitros de una afición que un partido más propició un ambiente inconmesurable en el Santiago Martín.
Hasta ese momento álgido, el partido vivió un vaivén de sensaciones. Fue el CB Canarias el primero en imponer su ritmo, gracias, sobre todo, a un inspiradísimo Fran Vázquez. Con el gallego metiendo todo lo que llegaba a sus manos (17 de valoración con 12 puntos sin fallo en apenas 7 minutos), incluidos varios mates, bien tras rebote ofensivo o tras acertadas conexiones con sus compañeros, el grupo de Vidorreta salía en volandas, bien respaldado por una hinchada totalmente volcada con la causa.
Ante los intentos locales por abrir brecha (11-8, 15-10, 17-13, 21-17), el Granca sobrevivió con varias segundas opciones en ataque y apretando de lo lindo atrás. Un buen arranque de segundo cuarto de los tinerfeños presagiaba incluso mejores minutos de los canaristas y más cuando un mate de Tim Abromaitis al contraataque tras un buen robo de San Miguel, obligaba a Luis Casimiro a pedir tiempo muerto (30-23, 15).
Fue ahí cuando el encuentro vivió un importante punto de inflexión. El acierto de ONeale y en especial de un Kuric letal abrió un parcial visitante que se prolongó más de la cuenta (0-17). Solo un triple de Aaron Doornekamp evitó que la estampida grancanaria fuera mayor a la llegada del descanso (33-40). A partir de ahí, el Iberostar Tenerife fue a remolque. Le pusieron corazón los aurinegros, pero su esfuerzo apenas tenía recompensa en medio de un partido muy trabado y empantanado por la agresividad defensiva de un rival muy atlético.
Lo intentó Tim Abromaitis con varios puntos consecutivos desde el tiro libre y alguna aparición fugaz de White, pero no era el día de los tiradores canaristas. La falta de acierto en el triple mermó mucho los continuos amagos de reacción tinerfeña. Pese a todo, y cuando peor pintaban las cosas (49-62, 36), el coraje de los anfitriones estrechó el cerco despúes de varias acciones de mérito culminadas por Bogris (58-64).
Fue entonces cuando llegó la citada antideportiva a Doornekamp y la explosión de protestas de los locales, circunstancias que ya aprovechó el Granca para apuntillar el partido y llevarse la victoria. Los aurinegros, eso sí, salvaron el average particular al haber ganado en el cruce de la primera vuelta de once puntos (81-92).
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