El Iberostar Tenerife cae con orgullo ante el anfitrión Baskonia
jueves, 16 febrero, 2017 - 10:02Hay formas y formas de perder. Y el Iberostar Tenerife cayó este jueves con la mayor dignidad posible. El grupo de Txus Vidorreta demostró que los méritos contraídos en lo que va de temporada no son fruto de la casualidad y vendió muy cara su derrota ante el anfitrión Baskonia (91-80) en los cuartos de final de la Copa del Rey.
Un mal día en el triple (7/33) y un Shane Larkin en su mejor versión (26 puntos y 34 de valoración), junto al enorme respaldo de la afición vitoriana, por razones obvias la más numerosa de las ocho presentes en el certamen, privaron a los tinerfeños de firmar lo que hubiera sido una machada importante. Pese a todo, el equipo aurinegro dio siempre la cara, no bajó nunca los brazos y cayó con orgullo.
Salieron valientes los canaristas, que no sintieron la presión de los acontecimientos y llevaron incluso de entrada la voz cantante, con una buena circulación de balón (3-5, 5-8, 7-10) y un buen hacer atrás. El caso es que los de Sito Alonso no tardaron en reaccionar. Tres triples consecutivos del Baskonia para sostener un parcial de 11-0 cambiaron el guión inicialmente propuesto por la irreverencia de los insulares (18-10, 7').
La superioridad rival en el rebote hizo mella en un Iberostar que perdió comba a medida que su porcentaje en triples comenzaba a convertirse en un hándicap importante. Lo aprovechó el equipo de Sito Alonso, no sólo porque ellos sí se mostraban más atinados desde el 6,75, sino también porque Larkin exhibió sus virtudes para penetrar y anotar, bien en acciones en juego como desde el tiro libre, tras forzar falta.
Crecía el partido a favor de los vascos, con aciertos del mejor Budinger de este curso (28-19, 43-31), pero el Canarias no se rendía. Los de Vidorreta exprimieron sus cualidades en el extra-pass, pero los triples no acababan de entrar. Los balones interiores a Bogris y algún fogonazo de White, bien acompañado por la clase de Grigonis, mantenían a los tinerfeños en partido. Y más cuando tras el descanso (45-34), una antideportiva de Diop, los posteriores libres de White y un triple de Doornekamp estrechaban el cerco de nuevo (47-42).
A partir de ahí, el partido repitió una y otra vez la misma historia. El Baskonia trataba de romperlo del todo, pero el Iberostar, negado en el tiro exterior, buscaba la manera para sembrar la incertidumbre a cada rato. Por ahí, Grigonis fue a más, Bogris se hizo grande en su territorio y Tim Abromaitis encadenaba varias acciones de mérito; al tiempo que el bloque mejoraba prestaciones en el rebote y forzaba numerosos errores del rival fruto de su buen trabajo atrás.
Tuvo que recurrir el Baskonia a la chispa de Larkin, que hoy estaba en uno de esos días en los que hace honor a su vitola NBA. Y eso que el Canarias, contra viento y marea, bien arropado por sus aficionados, que trataron de combatir a las más de 6.000 gargantas baskonistas que cantaban al unísono, perfectamente orquestadas desde el minuto cero, no cedía en su empeño de forzar un epílogo a cara o cruz (55-53, 63-57, 83-77).
Hasta el último suspiro apuró el grupo de Vidorreta para intentar agarrarse a la más mínima rendija de esperanza. No fue así, porque el Baskonia acabó haciendo buenos los pronósticos, pero queda el enorme orgullo de que los aurinegros se dejaron la piel en la cancha y representaron con tremenda casta al baloncesto tinerfeño en la cita más mediática del deporte de la canasta en España.
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[VIDEO] ¡Mil GRACIAS a todos los que viajaron hasta Vitoria! Así se dejó la piel el equipo y así se dejó notar La Familia desde la grada: pic.twitter.com/lxknChUMCk
— Iberostar Tenerife (@CB1939Canarias) 16 de febrero de 2017