¡ETERNOS! La #BasketballCL se queda al resguardo del Padre Teide
domingo, 30 abril, 2017 - 10:04
El Iberostar Tenerife alcanzó este domingo el mayor hito de su historia al proclamarse campeón de la Basketball Champions League (BCL) en una noche inolvidable. El grupo de Txus Vidorreta firmó otro gran ejercicio colectivo, arropado por un Santiago Martín inmenso, para imponerse al Banvit turco, un dignísimo finalista que no arrojó nunca la toalla (63-59).
En una velada histórica para el deporte canario, el conjunto aurinegro se llevó su Final Four a partir de otro plan meticulosamente cocinado desde el banquillo, el enésimo en una temporada sencillamente increíble. La coraza defensiva de los canaristas, la paciencia para mover el balón y buscar siempre al compañero mejor situado, y el acierto en los triples (12/26), explican en parte el triunfo de esta noche.
No fue fácil para el Canarias imponer sus señas de identidad, entre otras cosas porque tuvo enfrente a un señor equipo, pero lejos de verse afectado por la presión del anfitrión, el equipo tinerfeño aprovechó siempre el apoyo de su hinchada para sobreponerse a los no pocos obstáculos que surgieron por el camino.
De entrada, los turcos trataron de imponer su físico y varios rebotes ofensivos para intentar coger el mando del partido. Sin embargo, dos triples de Marius Grigonis y uno de Rodrigo San Miguel mandaron ya el primer aviso a navegantes. El partido creció luego al son del Iberostar Tenerife por mucho que el Banvit se encomendara a Jordan Theodore, MVP de la competición, para equilibrar la balanza.
Tardó más de la cuenta en entrar en partido el estadounidense, lo que aprovechó el equipo local para coger las riendas del choque y no soltarlas ya nunca. Un par de triples de White y Bassas entre el primer y el segundo cuarto, junto a los buenos minutos de Tariq Kirksay y al oficio de Fran Vázquez, amagaron ya con la primera estampida aurinegra (23-14).
Los turcos respondieron con un parcial de 3-12 (26-26), pero la oportuna aparición de San Miguel, circunstancia que se repetiría en más ocasiones durante el guión del partido, devolvía las alas a los insulares para encarrilar el choque hasta el descanso (34-31). Tras la pausa, hubo intercambio de errores y los tinerfeños se atascaron de entrada, hasta que Doornekamp y Grigonis, a la postre MVP de la final, sacaron el abrelatas.
El partido crecía intenso, pero cada amago turco por equilibrar la balanza encontró una contundente respuesta de los anfitriones. Llevados en volandas por un público entregado, ni los mejores minutos de Theodore pudieron con el Canarias, que cada vez ampliaba su repertorio con nuevos argumentos.
La irrupción de Petit Niang con cinco minutos pletóricos en los que se hizo dueño y señor de las dos zonas, y su conexión con un Davin White que comenzaba a entrar en ese estado de ebullición en el que parece imparable, propiciaron un nuevo estirón aurinegro (49-40).
Hubo de nuevo reacción visitante para apretar el encuentro (55-53, 58-57), pero una vez en los minutos más calientes, el empujón de la grada, el desparpajo de Grigonis y un triplazo mágico de White allanaron ya el partido hasta el definitivo 63-59 para hacer estallar una fiesta más que merecida. ¡BA-LON-CES-TO!
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