Una cita solo para valientes para ‘pelearla’ entre TODOS
sábado, 23 septiembre, 2017 - 05:09
Tenerife, capital mundial del basket FIBA. El Santiago Martín acogerá este domingo la puja por la Copa Intercontinental 2017 entre el Iberostar Tenerife, vigente campeón de la Basketball Champions League europea; y el Guaros de Lara venezolano, bicampeón de Las Américas y actual dueño de la corona mundial de la FIBA. La cita, a partir de las 18:00 hora insular, en directo por la TV Canaria (13:00 pm en Venezuela vía TLT), convertirá a la Isla en el foco de muchas miradas del planeta basket.
La de este domingo se antoja una ocasión única para los tinerfeños que buscarán el primer gran hito de la era Markovic, un título de prestigio internacional, otrora inquilino de vitrinas con solera como las del Real Madrid, Zalguiris, Cantú, Varese, Olympiakos o Panatinaikos, cuando el certamen se disputaba bajo otro formato. El equipo aurinegro intentará hacer valer el factor cancha y la fortaleza de su bloque ante un rival peligroso, acostumbrado a citas de este nivel.
Orden, paciencia e intensidad serán los factores a tener en cuenta según han venido recordando durante la semana los canaristas, junto al respaldo clave de la parroquia tinerfeña, especialmente si el partido transcurre por momentos delicados.
El Iberostar Tenerife se topará con un adversario muy físico, reforzado con la incorporación hace unos días del ex NBA, Nate Robinson, un base explosivo, capaz de fabricar canastas con facilidad, muy identificado con la franquicia de los crepusculares, apelativo que reciben los Guaros de Lara, y pieza básica en su último título de la liga venezolana.
La presencia de otros foráneos de nivel, caso de Zach Graham, Mario Little o Robert Upshaw serán otras de las bazas del grupo que dirige Guillermo Vecchio, un grupo que cuenta además con el núcleo duro de la vinotinto. Los Guillent, Echenique, Colmenares, Bethlemy y compañía han sido partícipes de los éxitos recientes de Venezuela, tricampeón de Sudamérica en los últimos años durante una etapa en la que logró también el pase a los Juegos de Río por delante de selecciones del potencial de Canadá, plagada de NBA.