El ‘Estu’ lleva el partido a su terreno y se adjudica la victoria
domingo, 6 mayo, 2018 - 07:05Esfuerzo insuficiente. El Iberostar Tenerife cayó derrotado esta tarde por 97-92 en su visita a un Movistar Estudiantes que llevó el partido a su terreno antes que los aurinegros. Una mala puesta en escena de los tinerfeños y la superioridad local bajo tablero (43 capturas por 34 visitantes), especialmente en el rebote ofensivo (hasta 19 segundas opciones), acabaron siendo una losa demasiado pesada de levantar para un equipo, el aurinegro, que lo intentó hasta el final pero se quedó a las puertas de la remontada.
Remó siempre contra corriente el grupo de Fotis Katsikaris, víctima del mejor arranque de los del Ramiro. El Estudiantes explotó de entrada sus armas conocidas e hizo otra vez del triple su mejor baluarte para imponer el ritmo que más le convenía y comenzar mandando en el electrónico. El acierto estudiantil desde más allá del 6,75 y más concesiones de las deseadas atrás por parte insular provocaron pronto las primeras rentas notables para los anfitriones (28-19, min. 10).
Vivía sus peores minutos el conjunto canarista, sensación apuntalada por el buen hacer de Brizuela o Vicedo saliendo desde el banquillo madrileño. Por ahí, la ventaja local se fue hasta los 15 puntos (43-28, min. 16). El Iberostar Tenerife trató entonces de recomponerse, mejoró prestaciones defensivas y fue recortando terreno hasta el 53-48 del receso. Fue a más incluso el cuadro insular a la vuelta de la pausa, pero lo cierto es que se mostró intermitente y no pudo culminar nunca la remontada.
Corregidos varios errores y jugando incluso con cuatro pequeños, con Tim cargado de faltas, el Canarias llegó a igualar la contienda en un par de ocasiones (59-59 y 61-61), pero no pasó de ahí. Mantuvo el tipo el Estudiantes con las acciones de Caner-Medley en el tercer cuarto, justo cuando más apretaba el equipo aurinegro, que tras verse otra vez siete abajo en varias ocasiones, aceleró para acariciar la reacción: 74-72, con un 0-5 al inicio del último cuarto.
El caso es que las fugas en el rebote defensivo no terminaron de cerrarse, circunstancia que aprovechó el Estudiantes para hurgar en la herida y seguir anotando con facilidad. Un parcial de 11-0 camino del epílogo (91-77, min. 36) parecía sentenciar la contienda, pero el equipo tinerfeño tuvo los arrestos y el orgullo de intentarlo de nuevo, hasta ponerse incluso a cuatro puntos con 1:11 por jugarse (93-89).
Una antideportiva muy discutible, en una jugada en la que además Tim Abromaitis sufrió un esguince en el tobillo izquierdo (pendiente de pruebas y evolución para valorar el alcance), trajo el alivio a los locales, que ya no dejarían escapar la victoria.
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