
Un Everest en el Martín Carpena
viernes, 23 octubre, 2020 - 03:10El Iberostar Tenerife afrontará este domingo un reto de máxima exigencia, coincidiendo con su visita al Unicaja Málaga (11:30 hora insular, Movistar Plus | Dial 54). El grupo de Txus Vidorreta pondrá a prueba su inmaculado inicio en el torneo doméstico (5/0) ante un rival enrachado, que parece haber dado con la tecla para exhibir el gran potencial que atesora su plantilla.
Tras sobreponerse a un complicado arranque (1/3 en las cuatro primeras jornadas de liga), el conjunto andaluz acumula cuatro victorias consecutivas entre ACB y Eurocup, incluidas dos alegrías a domicilio en Valencia (66-71) y Gran Canaria (80-84). Los malagueños son duodécimos en Liga Endesa con un saldo de 3/3.
El equipo aurinegro anda pendiente del estado físico de Dani Díez y Sasu Salin, cuyas molestias le impidieron jugar los dos últimos partidos en el caso del primero y el último, en el caso del finés. Ambos se han ido reincorporando progresivamente al grupo y podrían ser de la partida si no surgen contratiempos; mientras que en el Unicaja, Gal Mekel será baja por sus dolencias en el adductor.
Aguarda a los tinerfeños un plantillón cimentado en el bloque armado ya mediado el curso pasado, cuando los andaluces acometieron fichajes de relumbrón como Darío Brizuela o Axel Bouteille. Un roster de lo más completo que ya venció al Canarias en la F12 de Valencia (70-83) al cierre del curso pasado y cuya guinda llegó además este verano con la contratación del ex aurinegro Tim Abromaitis.
La dirección de Alberto Díaz y sus facultades físicas para poner bien alto el listón defensivo de los suyos son el primer eslabón de un perímetro de lujo. Asoma por ahí la calidad del citado Brizuela, máximo anotador nacional de la liga (16,2 de media), o del polaco Wazcysnki (44,3% en triples); así como la facilidad para ver aro del mencionado Bouteille y el paso al frente de Francis Alonso (43,5% desde la larga distancia), dispuesto a asumir galones tras sus cesiones del año pasado.
A todo eso hay que sumarle la versatilidad y el oficio al cuatro de Carlos Suárez, del propio Tim o de Deon Thompson; y un juego interior muy físico con Ruben Guerrero en gran forma y marcado por la tremenda irrupción de Yannick Nzosa, un joven congoleño con envergadura, timing de salto y recursos para cambiar cualquier partido.
Tratará pues el Iberostar Tenerife de equilibrar las virtudes en un desafío que se antoja apasionante. La fortaleza defensiva del bloque, el criterio para buscar sus mejores situaciones de tiro, la batalla del rebote y el control de las pérdidas para intentar llevar el partido a su trinchera volverán a ser claves para opositar con argumentos al triunfo.