Tic, tac, tic, tac… el Canarias se pone en órbita
viernes, 18 marzo, 2011 - 10:03Definitivamente, al Canarias le van los retos. Le fueron siempre. Toda la vida. Y ahora no va a ser menos. El grupo de Alejandro Martínez se impuso este viernes noche en la siempre difícil cancha del Melilla (81-83), con un triunfo de prestigio, gracias a una canasta sobre la bocina de Nico Richotti y a un ejercicio tremendo de fe de un grupo liderado por un Chagoyen inmenso, que en su versión más espartana (42 de valoración), tiró de orgullo y coraje para sacar adelante un desafío sólo para valientes.
Ni siquiera la ausencia por lesión de Richi Guillén, MVP de la liga, pudo con la fe de un equipo, el tinerfeño, que llega al tramo decisivo de la competición más fino que nunca y aprovecha de paso los tropiezos de rivales directos para situarse quinto en la tabla. Tras varios finales apretados en los que la moneda salió cruz (Lleida, Burgos, Navarra ), el representativo compensó su debe de desenlaces resueltos sobre la bocina, hasta ahora en negativo, con otra canasta triunfal de Nico Richotti. Igual que hiciera en la visita a Tarragona, el bahiense le dio la victoria a los canaristas con una acción determinante en el último suspiro para festejar de la mejor manera posible su reciente renovación con la casaca aurinegra.
Lo vivido esta noche en el Javier Imbroda confirma la casta de este Canarias, que no hace más que alumbrar argumentos cada vez más contundentes para llamar con fuerza a la puerta del play off. Y eso que esta vez tuvo que tirar de ingenio para equilibrar el desfase de su rotación interior, inicialmente mermada frente a la batería de músculos, centímetros y kilos que acreditaba su rival.
No sólo desde la atalaya del gran Foote (2,14 y 115 kilos), uno de los armarios por excelencia de la liga, sino también desde el oficio de su otra torre, Miguel Ángel Montañana, o la versatilidad de Vega y Moss, dos cuatros incomodísimos de defender. Por ahí, precisamente, por las virtudes como falso pívot de Javi Vega comenzó opositando al triunfo el Melilla. Once puntos sin fallo del jugador cedido por el Fuenla, incluido un 3/3 en triples, pusieron a los de Gonzalo García en franquicia mediado el primer cuarto (15-10, 5).
Sin embargo, al Canarias no le tembló el pulso. La dupla formada por Chago y Lampropoulos recogió el guante y aceptó el duelo (22-20, 10). El griego, que apenas acaba de aterrizar y parece que lleva toda la vida vistiendo la camiseta aurinegra, aportó solidez atrás para convertirse, junto con Jesús, en una amenaza más que significativa en ataque (13 puntos entre los dos en los diez primeros minutos).
El Melilla no acababa de aprovechar su notorio arsenal de recursos y ni siquiera un 5-0 de parcial al poco de iniciarse el segundo cuarto (31-24, 13) inquietó a los tinerfeños. Diez puntos casi consecutivos de Chago intercalados entre un triple providencial (35-37) y un libre de Iker Urreizti, voltearon el guión y permitieron al Canarias irse dos arriba al descanso (39-41, 20). Martínez movía bien sus fichas y explotaba las virtudes de su segunda unidad, con Serrano dando la cara saliendo desde el banquillo y sacando a Foote de la pintura, y el grupo apretando los dientes atrás.
Golpe sobre la mesa
Pese a todo, no iba a ser un camino fácil para los insulares. La tercera falta de Chagoyen nada más reanudarse el partido a la vuelta de vestuarios y un 10-3 de parcial para los anfitriones, despertaron a la hinchada local (49-44, 22), espoleada con dos triples de Jason Detrick y uno de Óscar Yebra. Fue ahí cuando volvió a asomar el liderazgo de Chagoyen, quien tras el pertinente paso por el banco para no cometer la cuarta, aportó otros diez puntos a su regreso y cimentó un parcial de 2-16, bien secundado por un par de triples de Heras y el trabajo de su fiel escudero, Fotis Lampropoulos.
El Isla de Tenerife Socas Canarias vivía sus mejores minutos y alcanzaba los nueve puntos de renta (55-64, 29) para entrar en el último cuarto más vivo que nunca. El Melilla se metió entonces en la pomada tirando, primero de los triples de Pakamanis y Jiménez (66-66, 33); y, después, del filón ofensivo de Jason Detrick: 75-76, tras un 3+1. El partido estaba destinado a morir en el alambre, ése que últimamente se le resistía tanto a los aurinegros.
El caso es que los intentos de reacción del cuadro norteafricano no culminaron nunca poniéndose por delante, entre otras cosas, porque el Canarias defendió a muerte sus opciones. Incluso cuando Detrick enchufaba desde el 6,75 el 81-81 a falta de ocho segundos para el cierre, echando momentáneamente al traste la oportuna aparición de Nacho Yáñez, autor de cinco puntos clave camino del bocinazo final.
Con todo en el aire, el Canarias se la jugó con Nico Richotti, hasta ese instante muy desacertado. El argentino, que llevaba unos porcentajes para olvidar, respondió a la confianza de su técnico, que le mantuvo en pista pese a todo durante muchos minutos, y aprovechó un bloqueo de Fotis para penetrar, superar la ayuda de las torres locales y anotar en suspensión, casi cayéndose, la canasta ganadora.
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