La imborrable huella de Iker Urreizti
sábado, 9 abril, 2011 - 02:04Hay partidos en los que el resultado, la frialdad de las estadísticas y el propio juego quedan eclipsados por otros acontecimientos más emocionales. El vivido entre el Canarias y el Axarquía fue uno de ellos. Y es que la victoria aurinegra de este viernes estuvo salpicada por un cariñoso tributo de la afición tinerfeña a Iker Urreizti, después de que el base donostiarra anunciara públicamente esta misma semana su intención de retirarse al cierre de la presente temporada.
Los 1.707 aficionados que acudieron al Santiago Martín brindaron un bonito homenaje al jugador vasco en medio de un gran ambiente y en uno de esos actos que explican por sí solo lo que significa el canarismo en estado puro.
El base aurinegro recibió un sinfín de reconocimientos desde los prolegómenos del choque, fue el protagonista indiscutible de los tres últimos minutos del encuentro, gracias a los cánticos de la afición, y acabó manteado por sus propios compañeros en el centro de la pista.
Los actos arrancaron con varios detalles de las Peñas San Benito y Frente Los Pollos Amarrillos, así como por parte del concejal de Deportes de La Laguna, Javier Álvarez, reconocimientos a los que se sumó el propio club aurinegro con la entrega de una camiseta enmarcada, un mosaico con varias imágenes significativas del paso de Iker por la Isla y una manta esperancera.
La presencia en la pista de Mary, mujer de Iker, y de sus hijos Andoni y Noa, ésta graciosamente ataviada con el traje típico de maga, hicieron aún más emotivo el inicio de una noche plagada de sentimientos y detalles, muchos detalles, de ésos que van más allá de lo estrictamente deportivo y tienen más que ver con la humanidad de una afición entregada con su equipo.
El colorido de las gradas, las pancartas de apoyo a Urreizti e incluso un bonito acto de la Peña San Benito, que en el descanso entregó un ramo de flores a cada una de las parejas de los integrantes de la primera plantilla, fueron otros de los gestos que contribuyeron a que los guarismos de 97-78 que reflejó el electrónico al cierre del encuentro escondieran detrás una noche emotiva para el recuerdo.