CB CANARIAS

El Iberostar Tenerife impone su sello en el Nou Congost y se sigue creciendo ante las adversidades

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Es dogma fe en el CB Canarias no quejarse ante las adversidades. Es algo que se lleva en la sangre de este club. Así nace, así crece y así muere en cada partido. El equipo tinerfeño volvió a dar muestra de ello este domingo, con un triunfo de mérito, basado en la superación de un grupo, en su sentido más solidario de la palabra, que ha vuelto a dar un paso al frente para minimizar las bajas por lesión de Saúl Blanco y Jaime Heras y sumar otra victoria desde la constancia y la firme confianza en sus posibilidades.

Ese espíritu, el de morir fiel a sus ideas, pase lo que pase, volvió a coronar la victoria canarista en el Nou Congost, en un nuevo y brillante ejercicio colectivo de los aurinegros que sacaron rédito a un planteamiento valiente y repitieron festín ofensivo ante un rival, La Bruixa D’Or, ya descendido pero empeñado en cerrar la liga con dignidad e, incluso, agotar sus opciones para ser penúltimo, por lo que pueda pasar durante el verano en los despachos.

Sufrió el grupo de Alejandro Martínez para parchear su mermada rotación exterior, pero exprimió en cambio sus otras virtudes, especialmente en ataque, donde por momentos los tinerfeños desarbolaron a su rival y llegaron a alcanzar, incluso, una ventaja de 19 puntos en el tercer cuarto (53-72, 27’). El Manresa tuvo los arrestos de volver a apretar el encuentro (77-81, a 8:40 del final y 84-88 a poco más de dos minutos), pero el Canarias respondió con contundencia.

La misma contundencia con la que se empleó en buena parte del encuentro para amarrar bien el rebote (36 capturas por 28 de su adversario), mostrarse infalible desde el tiro libre (24/26) y marcar las diferencias desde el 6.75, faceta en la que llegó a cumular un meritorio 7/13 mediado el tercer cuarto y que culminó con un notable 11/25. Arrancó parejo el partido, pero el Canarias supo llevarlo a su territorio, sobre todo, en el segundo y tercer cuarto.

El acierto inicial de Ricardo Úriz y Blagota Sekulic (12-17, 7’) encontró luego respuesta en la figura de Adam Hanga, que aprovechó el paso por el banquillo de Nico Richotti para remendar un golpe en la nariz y la corta rotación exterior de los aurinegros, para hacer valer sus virtudes en las penetraciones a canasta. El primer paso tras finta del húngaro cimentó un 13-2 de parcial camino del segundo cuarto (25-19, 19’), pero el Canarias no se desquició por esa circunstancia.

 

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Ni siquiera el propio Jesús Chagoyen que lo intentó parar como buenamente pudo y al que sacó varias faltas. El jerezano, lejos de ofuscarse, aportó brega atrás y rebote, incluso para lanzar un contraataque espectacular que Fotis Lampropoulos finalizaba en mate (27-28, 13’). Precisamente, ocho puntos casi consecutivos del griego salpicados por un oportuno triple de Ricardo Guillén, sirvieron de trampolín para un parcial de 3-13, que le dio a los tinerfeños las riendas del partido.

El poder interior del heleno, bien secundado por Sekulic, otra vez inmenso en los dos aros, y el acierto en los libres, permitía al Canarias ir abriendo hueco poco a poco, pese a las penetraciones de Álex Hernández, por momentos la única opción válida de los anfitriones (43-48, 20’). El partido dio un bandazo significativo del lado visitante, cuando a la vuelta de pausa, el grupo de Martínez se empeñó en sumar de tres en tres ante la impotencia local: 24 puntos en siete minutos de los canaristas disparaban sus opciones.

Tres libres de Rost dieron paso a cuatro triples casi consecutivos, que pudieron ser cinco, en otro acierto de Jakim Donaldson pisando la línea de 6.75 con la punta de su zapatilla. El Canarias se desmelenaba por momentos y alcanzaba su mayor ventaja, tras otro triple de Nico Richotti y un nuevo clinic de fundamentos interiores de Sekulic (53-72, 27’). Sin embargo, La Bruixa D’Or no estaba dispuesta a tirar la toalla y volvió a explotar el factor Hanga para reducir distancias con un parcial de 15-4, incluidos ocho puntos del alero magiar (68-76, 32`).

El grupo de Jaume Ponsarnau intentaba a toda costa devolver el encuentro al alambre, aprovechando que el conjunto insular permitía por primera vez en todo el encuentro segundas opciones en su rebote defensivo y que también dejaba entrever que pese a su pasmosa facilidad anterior, también era humano desde el triple. Sin embargo, en esos instantes, la determinación de Nicolás Richotti mantuvo al Canarias por delante.

Las penetraciones del argentino, un triple suyo para el 80-88, y la posterior sobriedad de Úriz anularon los amagos de reacción de los anfitriones. Una gran asistencia del base navarro para Lampropoulos (84-90) y un 1×1 del propio Ricardo resuelto con clase hasta la cocina (86-92) allanaron ya del todo la victoria canarista, la decimoquinta (86-93), en una liga en la que el grupo de Martínez no ha parado de crecer, fiel un baloncesto tremendamente atractivo. El próximo reto, el domingo que viene ante el Fuenlabrada (12 horas) con el fortín del Santiago Martín como as en la manga y la fe enorme de este grupo en su trabajo para seguir superando adversidades.

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