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El Lenovo Tenerife deja su huella y se apunta el 1-0

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Triunfo de oficio para llevarse el primer asalto. El Lenovo Tenerife se impuso este martes noche a un correoso Hereda San Pablo Burgos (86-78) en el primer pulso del playoff de cuartos de final de la Liga Endesa. El grupo de Txus Vidorreta se apuntó una victoria sufrida y trabajada para poner el 1-0 en una serie que se disputa al mejor de tres encuentros y que vivirá este jueves un segundo capítulo en tierras burgalesas (Coliseum, 18;45 hora canaria, #Vamos).

En un nuevo ejercicio de fortaleza colectiva (seis jugadores acabaron en dobles dígitos de valoración), el equipo aurinegro sacó adelante un partido no exento de dificultades, que tuvo encarrilado en la recta final del tercer cuarto (64-48) y que tuvo que volver a ganar en el epílogo (68-68, min. 34), tirando de paciencia, intensidad defensiva y criterio para mover el balón.

Un gran trabajo atrás para ofuscar a varios de los mejores baluartes ofensivos del San Pablo (Vitor Benite se quedó en cinco puntos y Thadd McFadden solo hizo un tiro a canasta para acabar eliminado con -10 de valoración); y el paso al frente de sus principales pilares, cuando más apretaba un meritorio rival, explican en parte el triunfo de hoy, una alegría que sitúa a los canaristas a una sola victoria de pasar a semifinales por primera vez en su historia.

Tuvo que remar y mucho el conjunto insular, pese a dejar muy claro de entrada sus señas de identidad. La buena puesta en escena de los tinerfeños (5-0) le permitió sumar casi de tres en tres (triple inicial de Salin y tres libres de Cavanaugh poco después) para llevar las riendas del electrónico (8-3, 12-7, 16-11) ante un adversario, el castellano, que tuvo que recurrir de inicio a los centímetros de Kravic para contrarrestar el buen inicio local.

Solo las pérdidas (cinco al cierre del primer cuarto) impedían a los aurinegros ampliar su renta; más si cabe cuando Gio imponía su poder interior y Sasu, primero; y Jenkins, después, tenían muy bien manitados a Benite y McFadden. El Canarias amagó incluso con la estampida (27-19, tras dos triples de Charles y un mate de Guerra), pero el Hereda San Pablo Burgos se resistía a perder la estela de los anfitriones.

Las segundas opciones en ataque (ocho rebotes ofensivos al descanso) y el buen trabajo de Salvó y Renfroe metían a los visitantes en partido para irse a la pausa solo tres abajo (45-42). Tras el paso por vestuarios, el Lenovo Tenerife salió con todo y encadenó varias acciones de mérito para desarbolar a su rival. Los insulares imponían entonces el ritmo que más les convenía, circulaban el balón con tino y martilleaban desde el 6,75: 56-44, tras dos aciertos lejanos de Fitipaldo y uno de Doornekamp.

La manija de Marce lideraba a los tinerfeños, que enhebraban dos acciones de 2+1 del brasileño y de Guerra para aumentar su renta hasta los 16 puntos, tras un parcial de 19-6 desde el receso (64-48). Sin embargo, cuando mejor marchaban las cosas, el Canarias se atascó en ataque y el San Pablo, que perdía a Horton por lesión, se agarró con carácter al partido.

El tímido despertar de Benite y el oficio de Cook llevaron a los burgaleses a igualar la contienda, tras un arreón de 4-20 (68-68); y a ponerse incluso por delante por primera vez en el encuentro (68-70). Sin embargo, lejos de desquiciarse, el grupo de Txus Vidorreta se armó de paciencia, apretó atrás y movió el balón con la fluidez necesaria para encontrar dos triplazos de Doornekamp y Cavanaugh, que devolvían el partido a su redil (74-71).

Lo intentó el San Pablo, pero se tropezó entonces con la mejor versión defensiva de los aurinegros. La determinación de Marce, Gio, Bruno y compañía sacaron al equipo del atolladero hasta la victoria final. Un triunfo de lo más trabajado que permite a los laguneros tomar ventaja en una serie muy disputada. El jueves, segundo asalto.

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