Salida complicada al fortín del Saint-Quentin
lunes, 28 octubre, 2024 - 02:10Otro desafío sin resuello. La Laguna Tenerife visita este martes al Saint-Quentin francés (Palais des Sports Pierre Ratte, 19:00 h.c. | courtside 1891, plataforma de pago de FIBA), en la tercera fecha de la fase de grupos de la Basketball Champions League (BCL). Difícil choque para los aurinegros que tendrán que imponer su mejor versión para mantener su condición de invicto en la competición europea (2/0).
Tras adjudicarse ayer el derbi canario (84-74), la expedición tinerfeña partió hoy, a las cinco y media de la mañana, del Santiago Martín para afrontar un nuevo desplazamiento (Tenerife-Barcelona-París-Saint Quentin), en la primera de las cuatro salidas consecutivas que le deparará ahora uno de los tramos más exigentes del calendario.
Los insulares no podrán contar este martes con la presencia en el banquillo de su técnico Txus Vidorreta, que se ha tenido que quedar en la Isla por enfermedad; mientras que el Saint Quentin, por su parte, aguarda pendiente del estado físico del canadiense Noah Kirkwood y del internacional belga Loïc Schwartz, ausentes por lesión en sus últimos compromisos.
Poco más de 48 horas después del derbi, la escuadra canarista tendrá este martes un duro reto en la cancha de una de las revelaciones más recientes del baloncesto galo.
Campeón de la Pro B hace dos temporadas, con el ex aurinegro Javier Beirán entonces en sus filas, el conjunto que dirige Julien Mahé fue ya sexto el curso pasado (cayó en cuartos ante el Asvel) en la LNB Betclic Elite y ha protagonizado un gran inicio de campaña.
Tras una pretemporada impoluta, con siete victorias en otros tantos amistosos, incluidos tres triunfos a domicilio ante el Telekom Bonn alemán y contra los también franceses Nanterre y Nancy, la escuadra blanquiazul, que ayer caía derrotado ante el Asvel Lyon-Villerbaunne (63-77), es quinta en la liga gala, con un balance de 4/2, el mismo saldo que el tercer clasificado. Por el camino, el Saint Quentin se deshizo, entre otros, del Monaco de Euroliga en la jornada inaugural (68-66).
Originario del departamento de Aisne, al Norte del país y a orillas del río Somme, el club francés juega sus partidos en un recinto para 3.800 aficionados, en pleno corazón de la ciudad, un enclave estratégico en la ruta que enlaza París con Lille y Bruselas y escenario antaño de importantes batallas por conflictos bélicos.
El suyo es un bloque muy físico, con calidad y talento en varias posiciones y que practica un buen baloncesto. Los de Julien Mahé se estrenaron en la actual BCL con una contundente victoria ante el Kolossos griego (84-54) y luego cayeron compitiendo en Turquía, ante el Karsiyaka (84-74). Espera un Pabellón lleno hasta la bandera por una afición entusiasta y volcada con su equipo; y un rival bien trabajado que exigirá de la mejor versión aurinegra.
El club galo presume de contar con una de las mejores promesas de la Europa cestista, el base de 2.006, Nolan Traoré, que hará su debut con la absoluta en la próxima ventana FIBA de noviembre, con solo 18 años; y que ha aplazado su presencia en el draft de la NBA al menos un curso más, después de haber levantado muchas expectativas.
Junto a la dirección de Traoré (19 puntos y 5,5 asistencias de media en lo que va de BCL este año), destacan varios jugadores con mucho oficio, algún ex NBA e, incluso, algún viejo conocido como el ex de Cholet, el base-escolta Enzo Goudou-Sinha, autor de 14 puntos la campaña pasada en su visita al Santiago Martín.
Las prestaciones en la pintura del polaco Dominik Olejniczak o del estadounidense de origen jamaicano, Khalid Moore, formado en Georgia Tech; la calidad de Jerome Robinson (135 partidos entre Clippers, Wizards y Warriors) en el perímetro o del canadiense Noah Kirkwood; el físico del congoleño Giovan Oniangue o del zurdo internacional por Cabo Verde, con formación NCAA, Marcus Santos Silva, serán solo algunas de las prestaciones a contrarrestar.
Las opciones tinerfeñas pasarán pues por hacerse fuerte desde la defensa para luego atacar con criterio y acierto en un partido que tendrá además un alto nivel físico.