Fontes do Sar y un Obra herido miden la resistencia aurinegra en pleno maratón de retos
viernes, 10 mayo, 2019 - 01:05
Otro reto en tierras gallegas, otro desafío en una cancha caliente. El Iberostar Tenerife visita este sábado al Monbus Obradoiro en el que será su séptimo compromiso en 21 días, quinto fuera de casa (Fontes do Sar, 19:30 hora canaria, Movistar Plus dial 55). Partido exigente para los aurinegros en su pelea por apurar sus opciones de jugar las series finales o acabar lo más arriba posible en la tabla, a tres jornadas para el cierre de la fase regular.
Visita el grupo de Txus Vidorreta a un rival herido por su reciente mala racha de resultados (perdió nueve de sus últimos diez encuentros, los últimos seis de manera consecutiva), pero con recursos suficientes para plantear una dura batalla, al abrigo de su fiel afición. Reto pues complicado para los insulares.
Decimocuarto en la clasificación, con un balance de 11 victorias y 20 derrotas, el conjunto gallego aguarda a los tinerfeños con la baja por lesión de Pepe Pozas, recientemente sustituido por Lluís Costa, que llega cedido del Real Betis y que debutaba este jueves ante el Granca.
El equipo aurinegro se topará con un adversario bien dirigido, con efectivos determinantes en todas las posiciones y que tiene en el triple una de sus principales armas: Ben Simons y Kostas Vasileiadis son, números en mano, los jugadores que más anotan de toda la Liga Endesa desde el 6,75, con más de tres aciertos lejanos por partido.
La calidad en la dirección de Albert Sábat, el hambre de élite del alemán Andreas Obst; el oficio de David Navarro (asumió tareas de base el jueves) o del ex NBA, Kyle Singler; la versatilidad del belga De Zeeuw y un poder interior de lo más completo, liderado por Nacho Llovet (13,5 puntos de valoración por encuentro) y colmado de físico y muchos centímetros (Brodziansky, Spires, Hlinasson), serán algunos de los argumentos a contrarrestar.
Para ello, el Iberostar Tenerife tratará de jugar con la mayor chispa y acierto posible; amén de plasmar sus señas de identidad, lo que pasa por repetir el buen trabajo defensivo desplegado en el cruce de la primera vuelta (78-52 para los aurinegros) y controlar aspectos claves como el rebote y las pérdidas.