Orgullo y coraje para ganar a un correoso UCAM Murcia
miércoles, 4 octubre, 2017 - 11:10
Un triunfo de fe. El Iberostar Tenerife sumó este miércoles su segunda victoria de la temporada, en otros tantos partidos, ante un correoso UCAM Murcia (84-78). Tuvo que tirar de orgullo y carácter el grupo de Nenad Markovic para sacar adelante, junto al aliento de su afición, un pulso de lo más intenso que no se decidió hasta el último suspiro en una noche no apta para cardiacos.
La constancia de los tinerfeños para levantar incluso una desventaja de ocho puntos ya metidos en el último cuarto (61-69); el arreón defensivo de los últimos minutos y el dominio del rebote ofensivo en los momentos más delicados, junto a un gran esfuerzo colectivo, liderado por la pareja Ponitka-Tobey (24 y 22 de valoración, triple clave incluido del polaco), explican en parte un triunfo forjado a pico y pala.
Nació el choque con intercambio de aciertos desde el 6,75. Los anfitriones se ampararon en el buen hacer de Tim Abromaitis y en los balones interiores a Mike Tobey para intentar abrir brecha (21-17, 10), pero se toparon con un rival muy físico, que prolongó luego su tino desde la larga distancia hasta el receso, con seis triples solo en el segundo cuarto.
La inspiración de Vitor Benite y un 0-9 camino del intermedio con tres aciertos lejanos de Lukovic, Oleson y Hannah (34-41, 18) fueron un primer aviso serio a navegantes de un Murcia muy confiado en sus posibilidades. Un 2+1 de White y un mate de Ponitka recortaron distancias antes del paso por vestuarios (39-41), pero el caso es que de ahí en adelante el Canarias tuvo que ir a remolque.
Le costó lo suyo a los de Markovic, entre otras cosas porque se toparon con un rival muy serio, que recurrió a la calidad de Oleson y a la fortaleza interior de Tumba, junto a varios destellos de fuerza de Kloof, para llevar las riendas del choque camino del último cuarto. Fue ya en los minutos decisivos, con el partido cuesta arriba (61-69), cuando los tinerfeños voltearon el guión.
Un paso al frente en defensa de todo el grupo y hasta siete rebotes ofensivos en los últimos seis minutos, con el público entregado a la causa, propiciaron un parcial de 11-1 (72-70). La calidad de Tobey en la pintura y la determinación de Ponitka, y varias acciones de mérito de Rosco Allen, dieron confianza a los canaristas que enfilaron el último minuto con puño de hierro.
En esa dinámica, con el partido en el alambre, Mateusz enchufó un triple clave al borde de la posesión (81-77), que ya allanó del todo una victoria sufrida pero ganada a pulso desde el colectivo (17 asistencias del grupo). Un triunfo de fe para respaldar la moral del grupo ante el gran desafío que supone la visita el próximo domingo a la Isla del actual campeón de la Liga Endesa, el Valencia Basket.
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