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La Familia no se rinde: el Iberostar Tenerife se gana el derecho a seguir soñando

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El Iberostar Tenerife tumbó este viernes noche al potente Unicaja de Málaga (73-67) para adjudicarse la primera victoria de su historia en una eliminatoria de cuartos de final de la ACB y forzar el tercer y definitivo partido de la serie. Espoleado por un Santiago Martín impecable, el grupo de Txus Vidorreta dibujó otro gran ejercicio colectivo (cinco jugadores en dobles dígitos de valoración), exhibió su tremenda fortaleza defensiva (los andaluces llevaban solo 27 puntos al descanso) y brindó a su afición la enésima alegría de una temporada inolvidable.

Pase lo que pase el domingo en el Martín Carpena (20:30 hora canaria), los aurinegros pasarán a la historia del deporte canario como uno de los grandes equipos de todos los tiempos. La determinación del capitán Nico Richotti, que se situó de paso en el segundo puesto del ranking de máximos anotadores canaristas en la ACB; el oficio de un Tariq Kirksay inconmensurable; la calidad de Aaron Doornekamp; los fogonazos de Davin White o el partidazo de Fran Vázquez, fueron solo un botón de muestra de la gran faena colectiva firmada por los insulares.

Arrancó con todo el Canarias, que aprovechó el subidón inicial del público para dejar pronto muy claras sus intenciones (5-0). Intentó frenar la euforia local Dani Díez, con varias acciones de mérito, pero lo cierto es que el Unicaja apenas amagó con imponer sus muchas virtudes (10-11, 7’) para ir luego siempre a remolque en el marcador. Puso más intensidad y más fe el Iberostar Tenerife en cada jugada y, sobre todo, desplegó otra vez un increíble entramado defensivo para anular el arsenal de recursos de los visitantes.

Un final de primer cuarto exquisito de los anfitriones, con triple de Doornekamp, un espectular alley oop de White para Vázquez y cinco puntos consecutivos de Marius Grigonis, cimentaron un parcial de 10-0 para levantar al respetable de sus asientos (20-12, 10’). En esa dinámica, el grupo de Vidorreta movió el balón con inteligencia, apretó de lo lindo atrás y hurgó en la herida camino del descanso, por mucho que Eyenga y Brooks trataran de imponer su físico. La calidad de Vázquez, la valentía de Nico en las penetraciones y la veteranía de Kirksay, junto con un nuevo triple sobre la bocina de Aaron, llevaron al Canarias doce arriba al descanso (39-27).

Lo intentó todo el grupo de Joan Plaza tras la pausa, pero ya con el partido en su territorio, el Iberostar Tenerife jugó sus bazas con cabeza y no se dejó amedrentar, ni siquiera con el arreón de calidad de un Jamar Smith tremendamente difícil de frenar. Cada amago visitante por apretar el desafío, encontró siempre la respuesta determinante de un equipo, el aurinegro, que repartió otra vez responsabilidades para hacer olvidar las conocidas ausencias por lesión de Javier Beirán y Tim Abromaitis.

Otro triple sobre la bocina de Davin White al cierre del tercer cuarto (59-45) disparó el entusiasmo de un Santiago Martín totalmente entregado a la causa, que respondía también con su aliento a cada intento rival por forzar un epílogo más equilibrado. Lo intentó Plaza con la calidad de Nedovic y el oficio de Suárez; un par de buenas acciones de Lafayette e, incluso, con el físico del joven Okuou; pero no hubo manera de sacar de su redil a un Canarias confiado ciegamente en sus posibilidades.

Una oportuna canasta de Rodrigo San Miguel y, sobre todo, un contraataque finalizado poco después por Tariq Kirksay para el 71-63 acabaron ya de sentenciar la victoria y de disparar la fiesta en la grada. Histórico triunfo de los tinerfeños, que este domingo buscarán, sin presión ni nada que perder, la gloria de las semifinales en el fortín del Martín Carpena.

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