El Iberostar Tenerife tira de corazón y sufre hasta el final para salir ‘vivo’ de Salónica
martes, 28 febrero, 2017 - 08:02
El Iberostar Tenerife sale 'vivo' de Salónica. El grupo de Txus Vidorreta perdió por 66-63 en su visita al PAOK y dejó abierta la eliminatoria de octavos de final de la Basketball Champions League (BCL), que se decidirá el próximo miércoles día 8 de marzo en el Santiago Martín (19:30 horas). Supo sufrir hasta el último suspiro el conjunto insular para no salir del todo perjudicado de un partido trabado y espeso, en el que los aurinegros llegaron a ir 12 abajo.
El buen hacer defensivo de los tinerfeños y la fe para no rendirse nunca, incluso cuando más apretaba la afición local, con los suyos nueve arriba a tres minutos del cierre (64-55), junto a dos triples claves en el epílogo del mejor Aaron Doornekamp (19+12), permitieron a los aurinegros sofocar lo que hubiera sido un doloroso golpe de autoridad de los griegos.
No fue un partido brillante de los visitantes en el triple, una de sus mejores armas (8/29); y hubo que sudar lo suyo para desgastar las virtudes del rival, especialmente el poder interior de Keith Clanton, quien demostró que su condición de mejor reboteador de la BCL y de la Superliga griega no es fruto de la casualidad. Fue por ahí, por el potencial físico del estadounidense por donde el PAOK intentó marcar territorio desde los primeros compases (6-2, 10-4, 14-7).
Le costó a los de Vidorreta equilibrar la balanza y no fue hasta que el desgaste sobre Clanton comenzó a hacer efecto cuando los insulares, desacertados en el tiro, empezaron a dejar su sello. La irrupción de la segunda unidad trajo consecuencias positivas (16-16, 10'), pero un 13-1 de parcial de los anfitriones al inicio del segundo cuarto disparó a los helenos (29-17). Tuvo que recurrir entonces el Iberostar Tenerife a su fortaleza defensiva para enderezar el rumbo.
Dos triples de Aaron Doornekamp y uno de San Miguel, estrecharon el cerco (32-30). El caso es que el partido seguía creciendo trabado, por mucho que los tinerfeños se esforzaban en imponer sus señas de identidad. De hecho, un 0-8 camino del último cuarto puso en serios aprietos a los griegos (42-44), que sin embargo supieron desquitarse coincidiendo con el despertar de un McFadden hasta entonces casi inédito por el buen hacer atrás de los insulares.
Tres triples casi seguidos del PAOK y el empuje de su ruidosa afición abrieron otra vez una brecha importante (57-46, 30'). Aún así, con todo en contra, el Canarias no se rindió nunca. Grigonis dio un paso al frente y asumió galones en ataque; mientras que todo el bloque apretaba atrás de lo lindo con San Miguel de líder, poniendo el listón defensivo lo más exigente posible.
En esa dinámica, incluso con nueve abajo a tres del final (64-55), el esfuerzo aurinegro encontró, si no una sobrada recompensa, por lo menos un alivio importante. Los libres de Marius y dos triples fundamentales de Doornekamp en el último minuto y medio, el último sobre la bocina final, dejaron el marcador en un 66-63, que deja la eliminatoria abierta para el choque de vuelta, a celebrarse el próximo miércoles día 8 en el Santiago Martín.
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