El Iberostar Tenerife cae en la prórroga en Illumbe
domingo, 3 mayo, 2015 - 01:05
El Iberostar Tenerife se vendrá de vacío de Illumbe tras caer derrotado en la prórroga ante el Gipuzkoa Basket (77-76). Un mal final de partido de los aurinegros, que ganaban de 13 en el minuto 35 (55-68), y un parcial de 14-1 para los anfitriones, llevaron el encuentro a la prórroga, donde los tinerfeños tuvieron incluso un triple para ganar sobre la bocina, pero el intento de Levi Rost no entró (77-76).
Hasta ahí, el partido fue un tiovivo de sensaciones, un choque trabado e irregular que no tuvo nunca un dueño claro. Enmendaron los canaristas un mal inicio (9-0), tras la arenga de Alejandro Martínez en el tiempo muerto (12-13, 7') y fueron progresivamente corrigiendo errores ante un rival, el donostiarra, que se jugaba la vida para no meterse en problemas clasificatorios.
El Gipuzkoa exprimía de inicio el acierto desde el perímetro de Dani Díez (19 puntos con 5/8 en triples) y los balones interiores a David Doblas (18 puntos) para cerrar el primer cuarto con seis puntos arriba (24-18, 10'). Sin embargo, el Iberostar Tenerife apretó en defensa y aprovechó su mejor rotación para darle la vuelta al guión.
Con los aurinegros jugando más fluidos en ataque y, sobre todo, más intensos atrás, el grupo de Martínez fue de menos a más (35-39, 20') y dio la impresión de hacerse con las riendas del choque. La aportación de Sikma en el rebote ofensivo, los buenos minutos de Rey y, especialmente, el acierto de Saúl Blanco a la vuelta de la pausa, permitían a los tinerfeños ir cogiendo rentas ya significativas: 42-51, tras alley oop de Úriz a Lampropoulos.
Sufría entonces el Gipuzkoa sus peores minutos, circunstancia que aprovechó solo a medias el conjunto canarista. Aumentó su renta hasta los 13 puntos (55-68, tras canasta de Sekulic), pero entró entonces en una pájara letal para darle vida otra vez a su oponente, al tiempo que éste endurecía su defensa, multiplicando manos para entorpecer aún más el atasco visitante. Jordi Grimau empezó rascando y limando la desventaja desde el tiro libro hasta que la reacción se prolongó hasta un parcial de 14-0 que ponía a los anfitriones por delante, tras un triple de Jared Jordan y apenas 20 segundos para el cierre (69-68).
Con los canaristas negados en ataque, un tiro libre de Richotti forzó la prórroga. Una vez en el tiempo suplementario, el partido revivió el mismo guión disparatado y condicionado por la incertidumbre, que había vivido hasta entonces. Un 4-0 de entrada para los locales (73-69) golpeaba seriamente las opciones de triunfo de los aurinegros, hasta que un triple de Levi Rost les metió otra vez en partido a falta de dos minutos (73-72).
Sin un dueño claro y demasiados errores por ambos bandos, el intercambio de canastas marcó un epílogo lleno de suspense. Un acierto de Jordan desde el 4,60 situaba a los locales uno arriba con ocho segundos por jugarse; Saúl Blanco intentó la penetración y dobló el balón para un triple desde la esquina de Rost que esta vez no entró, por lo que la victoria se quedó en el San Sebastián Arena, para alegría de un equipo, el donostiarra, que coge aire en su lucha por evitar los dos últimos puestos; y desazón de otro, el tinerfeño, que ve rota su racha de tres victorias consecutivas.
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