Una noche sólo para héroes
miércoles, 14 mayo, 2014 - 02:05
El desafío más difícil. Tras tres partidos consecutivos a domicilio, dos de ellos saldados con victorias, permanencia matemática de por medio, el Iberostar Tenerife retorna este jueves al Pabellón Santiago Martín para afrontar un reto con mayúsculas (20:45 horas, sin TV en directo). El grupo de Alejandro Martínez recibe al potente Valencia Basket, campeón de la Eurocup hace apenas una semana, actual segundo clasificado de la ACB y ahora mismo uno de los equipos más en forma del continente.
El equipo tinerfeño encara el pulso sin el lesionado Juanpi Gutiérrez y con la duda hasta última hora de Jaime Heras, con una contusión en la rodilla derecha que le impidió entrenar hoy con el grupo; mientras que en los visitantes son baja el escolta Pau Ribas, por un esguince de tobillo; Justin Doellman, que fue papá anoche, y Juanjo Triguero. Por contra, vuelven Lafayette y Lishchuk con respecto a su último choque liguero.
La cita servirá además para que el griego Fotis Lampropoulos juegue sus primeros minutos del curso en casa, después de su feliz reaparición del pasado domingo en Murcia, tras más de siete meses apartado de las canchas por una grave lesión de rodilla.
El conjunto canarista, que una vez asegurada la continuidad en la élite aspira a cerrar el torneo doméstico lo más arriba posible, se topará este jueves con uno de los trasatlánticos de la Liga Endesa. Amén de haberse adjudicado la Eurocup con una autoridad pasmosa (los taronja pasaron el rodillo ante el multimillonario proyecto ruso del Unics Kazan), los pupilos de Velimir Perasovic acumulan once victorias consecutivas en la ACB, incluyendo un meritorio triunfo a domicilio ante el Real Madrid (105-110) para poner fin a la histórica racha blanca.
Los valencianos cuentan con un bloque de lo más compensado con figuras en todas sus posiciones. El poder interior de Bojan Dubjlevic, Lavrinovic y Lishchuk; la calidad de Van Rossom y Lafayette en la dirección; el oficio de Rafa Martínez; el compendio físico de recursos de Roman Sato o el talento de Vladimir Lucic serán algunos de los argumentos a contrarrestar.