El Iberostar Tenerife cae en el infierno de Miribilla, tras dar la cara hasta el último suspiro
sábado, 18 enero, 2014 - 09:01
A las puertas de la machada. El Iberostar Tenerife opositó este sábado con argumentos de peso a la victoria en el infierno de Miribilla, la acarició por momentos, pero acabó cediendo ante un gran Bilbao Basket (93-90), pese a pelear por sus opciones hasta el último suspiro. La frialdad de Raúl López, autor de siete puntos en los últimos 36 segundos, acabó decantando la balanza para los anfitriones en un final de infarto.
Dio la cara no obstante el grupo de Alejandro Martínez y se ganó el respeto de los más de 9.600 espectadores que siguieron in situ el partido, tras plantear un partido valiente ante un rival, el vasco, que no fue menos. La conclusión: un duelo vistoso, con emoción hasta el cierre, dos propuestas irreverentes y sensaciones positivas para los aurinegros que buscarán el domingo 26 su décima victoria y el billete para la Copa del Rey.
Pocos apostarían a principios de temporada por que el Iberostar Tenerife estaría a una jornada y a un triunfo matemático de cerrar el ecuador de la competición entre los ocho mejores de la Liga Endesa. Tal privilegiada circunstancia se la ha ganado a pulso el equipo aurinegro con partidos como el de esta tarde en tierras vizcaínas. Sin complejos y con un guión tremendamente irreverente, el conjunto insular hizo sudar lo suyo a un Bilbao curtido en mil batallas de máxima exigencia.
No fue un arranque plácido para los canaristas, pese al 6-10 inicial, entre otras cosas porque el grupo de Rafa Pueyo comenzó a aprovechar de entrada sus segundas opciones y un inicio inspiradísimo del letón Dairis Bertans (13 puntos en nueve minutos) para coger las riendas del marcador (24-16, 9). Sin embargo, lejos de verse apabullado, el Iberostar Tenerife reaccionó desde la fe colectiva de un bloque donde todos aportaron.
La fuga inicial en el rebote ofensivo fue progresivamente cerrándose a medida que un inmenso Blagota Sekulic marcaba territorio en las dos zonas (19+17); Nico Richotti dio un paso al frente para contrarrestar el acierto de Bertans con varias acciones de mérito consecutivas; Jesús Chagoyen dio la talla y de qué manera, jugando al tres (los canaristas contaban con una rotación menos en el exterior por la baja por lesión de Heras); y el Iberostar Tenerife se agarraba al partido con argumentos.
Los fogonazos de Pilepic desde el 6,75 (3/4 al descanso en triples) amagaban la estampida local (48-39, 19), pero el equipo aurinegro no tiraba la toalla y cerraba el primer acto con un mate de concurso de Saúl Blanco (50-44, 20) y un mensaje a navegantes: su derrota costaría muy cara en Miribilla pasara lo que pasara. Los de Martínez subieron incluso un poco más el listón a la vuelta de la pausa y sembraron la incertidumbre en el Bilbao Arena, coincidiendo con el recital de asistencias de Úriz para hacer todavía más grande a Sekulic y la aparición desde el 6,75 de Levi Rost.
El Iberostar Tenerife igualó varias veces la contienda (54-54, 65-65 ) y tuvo incluso posesiones para ponerse por delante (80-78, tras un triple fallido de Saúl que el aro escupió in extremis); pero fue ahí cuando se topó siempre con una respuesta contundente del Bilbao Basket, que acreditó el caché de sus consagrados (su núcleo duro de veteranos supera de largo los 2.000 partidos de experiencia en ACB) para evitar la sorpresa.
En ese apasionante mano a mano, con el partido en el alambre, el equipo vasco se llevó la victoria en unos últimos 40 segundos de infarto. Un triple de Saúl Blanco amagó la machada canarista (86-86), pero la posterior respuesta de Raúl López, también desde el 6,75 (89-86) y su acierto en los cuatro libres siguientes (4/4 desde el 4,70 en los momentos más calientes) impidieron el triunfo aurinegro, pese a que Nico Richotti dispuso incluso de un triple sobre la bocina para forzar la prórroga que no entró.
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