El Iberostar Tenerife despide su brillante 2013 con otra victoria de gladiadores
martes, 31 diciembre, 2013 - 12:12
El Iberostar Tenerife despidió este lunes su brillante 2013 con una victoria de gladiadores ante un descarado UCAM Murcia (82-69). El equipo aurinegro superó un mal inicio (0-12) y un segundo cuarto titubeante (11-25) para firmar una segunda parte casi de libro, en la que ofreció su mejor versión. El conjunto aurinegro apretó atrás y se desmelenó en ataque para sumar su octava victoria del curso, brindarle la enésima alegría a una afición que le llevó en volandas cuando más feas pintaban las cosas, y cerrar el año natural como el cuarto equipo con más triunfos de la ACB.
No fue tarea fácil, sobre todo porque la caraja inicial de los canaristas se tradujo en tres minutos sin anotar y un 0-12, que obligaba a Alejandro Martínez a pedir tiempo muerto para frenar la estampida visitante y buscar la reacción de los suyos. El partido entró entonces en un tiovivo de emociones y parciales. El Iberostar Tenerife tiró de casta para darle un revolcón al guión. Firmó primero un 13-0 que llevó hasta un 24-7 en los últimos siete minutos de cuarto (24-19, 10).
Lo hizo poniéndole un cándado a su aro, con los primeros tapones que ya advertían el posterior recital en las alturas de Luke Sikma; al tiempo que Blagota Sekulic marcaba territorio en las dos zonas (17 puntos al descanso). El caso es que el UCAM Murcia no se quedó a verlas venir y le dio otro bandazo al partido camino del receso. Los triples de Scott Woods y la explosividad de Dawyne Davis hacían mella en la defensa canarista, que sufría sus peores minutos y se iba al intermedio nueve abajo (35-44, 20'), canastón incluido de Sergio Sánchez casi sobre la bocina.
Pero fue a la vuelta de la pausa cuando el Iberostar Tenerife le dio el revolcón definitivo el encuentro. Espoleado por su gente y al son de la batuta de Ricardo Úriz, el equipo de Martínez firmó uno de sus arreones made en Canarias, dio un puñetazo sobre la mesa y cogió ya del todo las riendas del encuentro. El navarro puso la maquinaria a funcionar y el conjunto insular comenzó a ver el aro como una piscina.
Dos libres de Rost devolvieron la ventaja al equipo anfitrión en la recta final del tercer cuarto (51-50, 28) y a partir de ahí los tinerfeños sólo irían a más, al tiempo que empequeñecían la hasta entonces más que atrevida propuesta de los murcianos. El duelo deparó además varias lecturas tácticas para los más sibaritas, en las que el Iberostar Tenerife sacó aún más rédito a sus opciones de triunfo.
Los minutos de Levit Rost al cuatro para frenar a Romdhane (sólo un punto tras el descanso) y afilar el diente desde el perímetro o los de Nico Richotti al uno para asumir el relevo de un excelso Úriz en la dirección se tradujeron en sendas decisiones determinantes. Eso, unido al paso al frente en defensa de todo el equipo, al festival de tapones de Luke Sikma, al coraje de Diego Fajardo o al más que oportuno triple de Jaime Heras para ir aumentando la renta (58-51, 30) cuando el Murcia amagaba con la reacción, lanzaban al Iberostar Tenerife camino de la victoria.
Con el viento a favor y puesta la velocidad de crucero, el grupo de Alejandro Martínez acabaría deleitando a su parroquia con un final de año de vértigo, su cuarta victoria consecutiva y la octava en lo que va de temporada. Un balance más que positivo para encarar el 2014 de la mejor manera posible.
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