El Iberostar Tenerife suma una victoria de prestigio en el coliseo del Laboral Kutxa
viernes, 27 diciembre, 2013 - 11:12
Una victoria para enmarcar. El Iberostar Tenerife puso este viernes noche patas arriba el Buesa Arena al imponerse al poderoso Laboral Kutxa (83-95) con un partidazo de principio a fin. El grupo de Alejandro Martínez sacó a relucir su versión más irreverente para firmar su séptima victoria de la temporada tras doce jornadas (una más que las que acumulaba el curso pasado al cierre de la primera vuelta) y acercarse todavía más al objetivo de la permanencia.
Camino de la salvación, y con la posibilidad extra de la Copa de por medio, el conjunto aurinegro exhibió esta noche su sello más rebelde y alegre para irse hasta los 95 puntos ante un rival de postín con las mismas señas de identidad con las que logró el curso pasado su continuidad en la élite tras una segunda vuelta de ensueño, las mismas con las que ascendió hace dos años a la Liga Endesa, pero con un ligero matiz añadido: en uno de los coliseos del basket europeo y ante uno de los teóricos trasatlánticos de la categoría.
Un clinic en la dirección de Ricardo Úriz, que dio un recital de ritmo, anotación y de cómo un base ha de llevar las riendas de un equipo; otro partidazo de un Saúl Blanco en estado de gracia; la tremenda aportación de Blagota Sekulic (el único jugador de la liga capaz de sumar dobles dígitos de anotación y valoración en las doce jornadas disputadas hasta la fecha); el enorme poderío interior de un Luke Sikma empeñado en ponerse cada vez más alto el listón y, sobre todo, otra enorme aportación coral, explican en parte la machada aurinegra.
Mandó el Iberostar de principio a fin ante un Laboral Kutxa eclipsado en casi todos los frentes. Con Úriz llevando los hilos del partido, el equipo aurinegro salió a la pista sin complejos, aguantó el golpe a golpe inicial (15-12, 6) y fue creciéndose conforma avanzaban los minutos. Un 0-12 camino del receso (29-40, 18) terminó de acentuar los ambiciosos intereses de un equipo, el tinerfeño, que cerró bien el rebote y mantuvo siempre la paciencia necesaria para mover la pelota con fluidez y buscar la mejor opción posible en cada momento.
Ni las dos precoces faltas iniciales de Sikma (3), ni el buen hacer de Milko Bjelica minaban la confianza de los aurinegros, gracias en parte al minucioso trabajo sucio de los que, sin brillar en las estadísticas, salieron del banquillo para mantener el tipo ante las dificultades, aferrarse a los intangibles y mantener impecable el rumbo de los acontecimientos, según marcaba el guión diseñado por Martínez.
En esa dinámica, el Iberostar Tenerife sembró del todo el pánico en el Buesa Arena en la recta final del tercer cuarto cuando se fue hasta los 16 puntos de ventaja (50-66, 28). Apareció entonces el carácter y la determinación del Chapu Nocioni y Fernando San Emeterio, los dos jugadores franquicia del equipo baskonista, pero el equipo aurinegro mantuvo el pulso. Ni siquiera a raíz de un 9-0, coincidiendo con los mejores minutos de Lamont Hamilton (70-73), el conjunto insular cedió en su empeño.
Con el aliento en el cogote del Laboral Kutxa (72-75, 78-81, 82-85 ), el Iberostar Tenerife afrontó los últimos coletazos del choque amarrado a sus convicciones frente a un gigante dormido a punto de desperezarse a base de los zarpazos de talento con los que amagaba su enorme arsenal de recursos. Ahí, con el partido en el alambre, el grupo de Martínez actuó con la frialdad necesaria para no dejar escapar la victoria. Acertó desde el 4,60, apretó aún más los dientes atrás, robó más de un balón clave y se puso al servicio de la calculadora de Úriz, que llevó el partido al mejor territorio posible para confirmar la machada canarista.
Llegó así una victoria de prestigio, que tendrá aún más valor si el Iberostar Tenerife es capaz de hacerse fuerte en casa este lunes, ante el UCAM Murcia (21:00 horas), espoleado por su hinchada, el mejor empuje posible para no desviarse del camino y seguir con paso firme en sus pretensiones.
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