El Iberostar Tenerife cae en un querer y no poder, sacudido por una gran primera parte del FIATC Joventut
sábado, 16 noviembre, 2013 - 09:11
Una primera parte histórica (50-65, 20) del FIATC Joventut (la de mayor anotación visitante en los últimos 23 años de vida de la ACB), con un acierto casi infalible desde más allá de los 6,75 (13/15) condenó este sábado al CB Canarias a sufrir un querer y no poder para terminar muriendo en la orilla (95-103). Los aurinegros, que no perdían en su fortín del Santiago Martín desde marzo, cuando cayeron ante el Barça, vieron truncada su racha como local, pese a mejorar en la segunda mitad y pelear por la remontada hasta el último suspiro.
El partido nació revoltoso y entró pronto en una dinámica peligrosa, en un cara a cara sin complejos, en el que si bien el CB Canarias hizo daño con balones interiores a Sikma y Sekulic, se vio enseguida superado por el increíble acierto exterior de la Penya. En esa tesitura, normalmente beneficiosa para los intereses aurinegros, acostumbrados a ser determinantes en partidos tan alegres ofensivamente, pudo más la pasmosa habilidad visitante desde el perímetro.
El 3/3 inicial de Devoe Joseph en apenas seis minutos fue sólo el principio de lo que estaba por venir. El grupo de Salva Maldonado hurgó en la herida y aprovechó su estado de gracia para llegar incluso a cobrar una ventaja de 18 puntos (47-65, 19). Aún así, el CB Canarias no bajó nunca los brazos. Lo intentó con los puntos de Blago desde la pintura (14 al descanso) y los triples de Blanco, Richotti y Rost, insuficientes en cualquier caso para frenar el vendaval catalán.
Tras el descanso, el partido se tornó más tosco y se endureció por momentos. El CB Canarias mejoró sus prestaciones, le echó coraje al asunto y buscó la heroica de todas las maneras posibles, pero no hubo manera. El Joventut jugó con inteligencia balones interiores a Savané y espoleados por el oficio de Kirksay y la explosividad y acierto de Joseph cercenó cualquier esperanza insular.
Por momentos, el conjunto de Alejandro Martínez estrechó el cerco, pero cuando bajó de la barrera sicológica de los diez puntos, encontró siempre una respuesta tajante de su rival. Hasta los siete puntos recortó distancias el equipo tinerfeño, ya casi a la desesperada en los últimos coletazos del choque (92-99, 39), pero su arrojo y enorme esfuerzo no obtuvo premio y la victoria acabó marchándose para Badalona (95-103).
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