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domingo, 21 abril, 2013 - 02:04
El CB Canarias volvió a aliarse este domingo con su versión más irreverente para tumbar a otro grande del basket europeo, el Uxue Bilbao Basket (104-101), en otro partido memorable, el enésimo en lo que va de temporada. El grupo de Alejandro Martínez festejó su permanencia matemática, sellada ayer con la derrota del Lagun Aro en Valencia, con otro recital ofensivo marca de la casa.
Otro ejercicio colectivo de inconformismo, con hasta cinco jugadores en dobles dígitos de anotación y valoración, pudo con el plantillón de los bilbaínos, recientes subcampeones de la Eurocup. Empeñado en imponer sus señas de identidad por encima de cualquier circunstancia y sea cual sea el rival que tiene enfrente, el equipo tinerfeño se impuso en un encuentro a tumba abierta, con un final de infarto.
En un tiovivo de emociones y un pulso sin complejos, el CB Canarias tuvo el descaro de salir en tromba, alcanzar incluso una renta de 17 puntos mediado el segundo cuarto (45-28, 15) para luego saber digerir el inevitable despertar de su adversario, un repetorio inmenso de virtudes (65-66, 28), que devolvió el partido al alambre.
Incluso en esos instantes, con el partido abierto y un epílogo apretadísimo, el grupo de Alejandro Martínez decantó la balanza a su favor espoleado por el fortín del Santiago Martín para sumar su décima victoria en sus últimos once partidos como anfitrión en una cancha, la tinerfeña, aliada definitivamente con las emociones fuertes y los desafíos sin fronteras.
Hasta ese desenlace chico a chico, donde decidieron los detalles y ese empujón fundamental de su hinchada, el partido nació revuelto y creció sin tregua, con ambos equipos exhibiendo porcentajes de acierto casi de escándalo. Fue el Canarias el primero en destapar el tarro de las esencias con un primer acto casi de libro: 30 puntos en el primer cuarto y 25 en el segundo.
A ritmo de vértigo, el grupo de Martínez mandó de entrada un aviso a navegantes, con Úriz y Sekulic tomando el mando de las operaciones en ataque. Con los aurinegros perfectos en el 4,60 (16/16 al descanso) y sobresalientes en el triple (5/8 al receso), el Uxue Bilbao Basket se veía desarbolado por momentos. Ni la obligada ausencia de Jakim Donaldson, que tuvo que marcharse a la enfermería para recibir puntos cerca de su ceja izquierda; ni las prematuras personales de Úriz y Biviá, que obligaron a Nico Richotti a jugar de playmaker, pudieron con un Canarias en estado de gracia.
La pareja formada por Lampropoulos y Sekulic (15+14 de valoración al intermedio) se adueñaba de las dos zonas, mientras el perímetro canarista martilleaba casi sin fallo (55-45, 20) ante un rival, el vasco, que maquilló el resultado para irse al descanso sólo diez abajo después de pasarlo realmente mal (45-28, 15). A la vuelta de la pausa, el grupo de Katsikaris dio un paso al frente, aprovechó los centímetros de Samb y la veteranía de Grimau y Mumbrú para cerrar las vías de agua y apretar otra vez el encuentro.
El equipo bilbaíno llegó incluso a ponerse por delante en un par de ocasiones (65-66, 70-72), pero después de todo lo que había nadado, el Canarias no estaba dispuesto a morir en la orilla. Una dirección notable de Biviá, varias acciones de mérito de Chagoyen, la oportuna aparición de Blanco y la magia de un Richotti inmenso, incluidos un par de triples sobre la bocina de la posesión, mantenían al equipo tinerfeño con serias opciones.
Los visitantes tuvieron incluso su chance, con tres tiros libres de Vasileiadis, que tras un 8/8 fallaba el tiro que podía darle la igualada a su equipo (102-101) a menos de diez segundos para el final. Una falta de ataque de Hervelle en el rebote ofensivo y los posteriores aciertos de Lampropoulos desde el 4,60, más el error de Zisis ya a la desesperada desde casi medio campo, culminaron el sueño canarista y sellaron su enésima machada de esta temporada.
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