El fortín tinerfeño agranda su leyenda con otra victoria de prestigio
sábado, 6 abril, 2013 - 08:04
Otro triunfo para la historia. El CB Canarias superó este sábado al coloso Unicaja Málaga (97-92) en un duelo a tumba abierta. El fortín tinerfeño del Santiago Martín agranda su leyenda cobrándose una víctima más de prestigio, gracias a una afición totalmente entregada y a un equipo, el aurinegro, que ha conseguido lo que para muchos era un imposible: ganarse el respeto de la Liga Endesa con las mismas y atrevidas señas de identidad con las que ya deleitó a propios y extraños en sus temporadas más recientes en las competiciones FEB.
No importó que el rival fuera uno de los trasatlánticos de la categoría; ni que viniera de exhibir su mejor versión de toda la temporada en su periplo más reciente en el torneo doméstico. Los de Jasmin Repesa habían ganado cinco de sus ultimos seis compromisos para colocarse en el zaguán de los puestos de play off, tras un arranque de temporada por debajo de sus pretensiones. Sin embargo, este sábado se toparon con un ciclón de basket ofensivo y un equipo valiente con un as en la manga: el aliento de una afición incansable que ha servido a los canaristas de trampolín para alcanzar prácticamente la salvación virtual.
Otro ejercicio de fe en sus posibilidades, otro recital colectivo (hasta seis jugadores en dobles dígitos de valoración) y otro partido tremendamente atractivo desataron la euforia de un Santiago Martín que disfruta con merecimiento de la mejor Liga de Europa. Una vez más, el grupo de Alejandro Martínez dio un paso al frente para superar las adversidades, como la ausencia por lesión de Jaime Heras; o el inmenso repertorio de recursos de un rival que no tiró nunca la toalla, ni siquiera cuando se vio 15 abajo a falta de cuatro minutos para el cierre (83-68).
Hasta ese momento, el partido nació y creció parejo, en un interesante duelo táctico que acabó declinándose a favor de la pizarra de Martínez. El Unicaja planteó muchos minutos una zona que los aurinegros maduraron con paciencia hasta encontrar sus mejores opciones para acabar martilleándola con porcentajes notables (11/24 en triples). Y el CB Canarias maquinó una defensa mixta que arrancaba en individual y cambiaba a zona para desconcierto visitante.
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En esa dinámica, ambos equipos regalaron un partido vistoso para el espectador. El choque se metió de lleno en un vertiginoso pulso ofensivo. Y en ese territorio, los tinerfeños son un peligro. Un triple inicial de Ricardo Úriz y tres de Levi Rost en el primer cuarto contrarrestaron con la clase de Sergi Vidal y Txemi Urtasun, en un bonito mano a mano (24-24, 10). El Canarias amagó incluso con la ruptura cuando camino del descanso aprovechó el impulso de su segunda unidad para alcanzar una renta de ocho puntos (45-37, 18).
Con Chago dando la talla al tres, un alley oop espectacular culminado en mate por Richotti y varias acciones de clase de Guillén, la afición local comenzaba a soñar con fundamento en la machada. El Unicaja, sin embargo, no estaba dispuesto a entregar un partido clave para sus intereses de seguir en la pelea por el play off, por lo que tiró del talento de Zoric, la constancia de Brito y los centímetros de Perovic para igualar la contienda al intermedio (49-49, 20).
Tras la pausa, el Canarias intensificó más su ambición y llevó el partido allí donde mejor se maneja. Con Marcus Williams desconocido, muy bien anulado por los tinerfeños, el Unicaja no acababa de encontrarse cómodo y se refugiaba en la muñeca de Simon para continuar en la pomada. El caso es que el Canarias dio una vuelta de tuerca más, Jakim Donaldson encadenó varias acciones de coraje tras rebote ofensivo y los tinerfeños afilaron el diente empujados por su público para avisar del zarpazo que estaba por llegar (67-66, 33).
Un arreón clave y un triunfo con dedicatoria
Dos ex del Unicaja, Saúl Blanco y Ricardo Guillén, aprovecharon la inercia para sacar a relucir sus mejores virtudes y fue entonces cuando asestaron un golpe casi definitivo. Un triple de Nico Richotti, dos seguidos de Blanco, una canasta de Úriz y cinco puntos consecutivos de Guillén provocaron un parcial de 16-2 (83-68, 36) que desataba la euforia en un Santiago Martín entregado. Pese a todo, el Unicaja tuvo los arrestos de buscar la remontada, amparado en la calidad de Panko y en la batuta de Galloway.
El Canarias no perdió los nervios, aprovechó las penetraciones de Nico y los libres de Sekulic y Rost para seguir sumando, aunque los de Repesa llegaron a ponerse 94-92 con ocho segundos para el final. Un acierto desde el 4,60 de Blanco, y un posterior y determinante rebote ofensivo de Úriz que acabaría llevando otra vez al asturiano a la línea, allanaron ya del todo la victoria de los canaristas (97-92). Una alegría con dedicatoria especial para el lesionado y capitán Jaime Heras. Y un triunfo que sitúa a los tinerfeños en la zona cómoda de la tabla, lejos de los puestos de descenso.
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