El Iberostar Tenerife impone su credo y da un golpe de autoridad
domingo, 9 diciembre, 2012 - 02:12Otro ejercicio de fe, otro triunfo colectivo. El CB Canarias dio este domingo un golpe de autoridad en sus opciones de permanencia al imponerse en su visita al Mad-Croc Fuenlabrada (65-73), con una victoria labrada desde el esfuerzo solidario de un grupo donde hasta cinco jugadores alcanzaron los dobles dígitos de valoración. El equipo tinerfeño dio una lección de oficio y saber estar para sacar adelante un partido difícil que permite a los de Alejandro Martínez seguir creciendo fuera de los puestos de descenso.
El Canarias impuso su credo, ése que habla del férreo compromiso de un bloque sólido que antepone la fuerza del colectivo por encima de todas las dificultades. El equipo tinerfeño sumó su tercer triunfo del curso, segundo a domicilio, al son de la mejor versión de Ricardo Úriz, explotando la gran segunda parte de Fotis Lampropoulos y Jesús Chagoyen o la oportuna aparición de Jaime Heras, nombres todos ellos que sentenciaron la labor de desgaste previa de sus compañeros para ir anulando progresivamente las armas del rival hasta el triunfo final.
No fue sencillo, ni siquiera después de firmar un primer cuarto de libro, donde los aurinegros alcanzaron su máxima renta (+14, 9-23, 9), entre otras cosas porque el Fuenlabrada reaccionó antes del descanso (34-37, 20) y llegó incluso a recuperar el mando en el electrónico mediado el tercer cuarto (44-43, 46-45 y 48-47). Hasta ahí el partido vivió dos caras distintas, marcadas por la dificultad de los pupilos de Trifón Poch para encontrar la manera de romper el buen hacer colectivo de los canaristas.
Sólo el dominicano James Feldeine, un martillo pilón en ataque, fue una amenaza continua por parte de los anfitriones, que sufrieron de entrada ante la seriedad de un Canarias que erró su primer ataque pero encadenó luego varios aciertos consecutivos para abrir una importante brecha de entrada. El equipo tinerfeño cerró bien el rebote (12 rechaces en el primer cuarto por sólo cuatro del rival), controló las pérdidas, jugó con inteligencia balones interiores a Blago, Jakim e, incluso, Levi, y desconectó a un Fuenla impotente y superado por las circunstancias.
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Un 0-10 entre el minuto 4 y el 6 y otro parcial posterior de 0-8 permitió a los visitantes irse hasta los 14 de ventaja (9-23). La salida a pista de Quino Colom y, sobre todo, la envergadura y los kilos de Sené cimentaron luego la reacción madrileña. El senegalés hizo mucho daño en la pintura y por ahí, en las segundas opciones, y en varias pérdidas no forzadas, el Canarias comenzó a perder parte de su renta. El equipo de Martínez sufría entonces sus peores minutos, pero capeó el temporal como mejor pudo.
Un par de canastas de calidad de Saúl Blanco, los libres de Guillén, un 2+1 inacabado de Jakim y una canasta in extremis de Richotti antes de la pausa, permitieron al Canarias irse al descanso tres arriba (34-37, 20) y evitar males mayores. El equilibrio se mantuvo a la vuelta del intermedio y los tinerfeños sufrieron lo suyo, coincidiendo con siete puntos casi consecutivos de Javi Vega (44-43 y 46-45 tras triple). El caso es que, lejos de venirse abajo, el conjunto aurinegro dio un paso al frente y respondió a las adversidades desde el oficio.
Dos libres de Rost (fallón en el triple pero hábil a la hora de postear en la pintura y acertado atrás eclipsando a Sergii Gladyr) fueron el preludio de un arreón importante de los canaristas. Una canasta de Fotis, que iba a más conforme pasaban los minutos, un triple oportunísimo de Heras y dos aciertos de Biviá y Úriz allanaron un 0-9 de parcial en la transición del tercer al último cuarto (50-59, 31); al tiempo que una finta de Chagoyen en un gesto de picaresca y experiencia le sacaba la cuarta personal a Sené.
Neutralizada la amenaza del senegalés, el Canarias tomó ya el mando firme del partido ante un Fuenlabrada, que sólo pudo encomendarse a los puntos de Feldeine, cada vez menos fresco y más ofuscado. Mientras, el equipo tinerfeño crecía desde la sobriedad de Chagoyen, que encima anotaba otro triple clave para coger aire (53-62, 33), y formaba con Lampropoulos un tándem determinante en labores de rebote y contención. Las penetraciones de Úriz, otra vez inmenso, y los libres hicieron el resto para encarrilar la victoria aurinegra y llevar el tercer triunfo al casillero tinerfeño.
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