El Iberostar Tenerife da la cara en Badalona pero cae tras hacer lo más difícil
domingo, 2 diciembre, 2012 - 02:12
El Canarias cayó este domingo en su visita al FIATC Joventut (92-81), tras no sentenciar la que hubiera sido la remontada de su vida. El equipo tinerfeño llegó a levantar una desventaja de 29 puntos (57-28, 18), después de firmar un ejercicio de fe inconmensurable (74-77, 36), pero acabó cediendo en la recta final ante un rival, el catalán, que llegó a temer seriamente por su victoria después de un primer acto casi perfecto para sus intereses (61-36, 20).
Demostró casta y amor propio el conjunto aurinegro para no tirar la toalla, ni siquiera tras una primera mitad para olvidar, en la que se vio maniatado por la Penya de manera considerable. Sin embargo, eso no fue excusa para el grupo de Alejandro Martínez, que se levantó de la lona, dio la cara y apeló a la épica para entrar incluso con opciones en los minutos finales, donde decididieron el mayor aplomo de los locales y los centímetros de Kuzmic.
Hasta ese momento se vivieron dos partidos totalmente diferentes, como la noche y el día. Tanto que el encuentro fue un tiovivo de sensaciones. Las primeras condenaron al Canarias al desasosiego ante un FIATC Joventut que salió con la lección bien aprendida, dolido por sus tres últimas derrotas y decidido a eclipsar las virtudes isleñas.
Con los verdinegros metiéndolo casi todo y rayando la perfección en sus porcentajes de acierto, el equipo tinerfeño sufrió una varapalo significativo en el primer acto. Un inicio titubeante por ambos bandos (7-6, 3) dio paso al recital de los anfitriones, que firmaron un parcial de 18-0 (25-6, 8) al son de la mejor versión de Corey Fisher. El base del Bronx vio el aro como una piscina y lanzó a los suyos en el electrónico (33-13, 10).
El Canarias no se encontraba a sí mismo y apenas podía desarrollar su juego. Sin noticias de los exteriores (-6 de valoración entre Rost y Blanco y 1/3 en triples entre todo el equipo al descanso), los tinerfeños sufrían una pesadilla ante un rival tremendamente entonado que sumaba de tres en tres, con varios 2+1 de por medio, alcanzaba su mayor renta camino del intermedio (57-28, tras el tercer triple de Fisher) y parecía dejar el partido prácticamente sentenciado: 61-36, 20.
-- Fotos de J.L.G. Surrallés / Pincha aquí para ver la galería en el facebook
Nada que ver con lo que ocurrió a la vuelta de la pausa. Si tremendo había sido el arreón del FIATC Joventut en los dos primeros cuartos, no menos demoledora fue la reacción canarista tras el descanso. Lejos de tirar la toalla, el equipo tinerfeño dio un paso al frente, endureció su defensa y aprovechó el despertar de Blanco para llamar a la heroica. Doce puntos del asturiano casi consecutivos y el oficio de Guillén cimentaron la remontada aurinegra.
La Penya pasaba entonces por sus peores minutos. Incapaz de anotar de dos (sólo vio el aro en todo el tercer cuarto desde más allá del 6,75, con dos aciertos aislados), el FIATC veía como su amplísima renta se esfumaba ante un equipo, el canarista, que no estaba dispuesto a convertir su viaje a Badalona en un paseo contemplativo e inútil. Un parcial abrumador de 6-24 permitía a los tinerfeños soñar con la hombrada.
El sueño tomó más sentido todavía, cuando doce puntos casi seguidos de Guillén y un triple de Rost devolvieron las tablas al partido (74-74, 34). El Canarias dispuso incluso de una ventaja de tres puntos (74-77, a falta de 4:21) y entró con serias opciones de triunfo en la recta fina, ante el estupor de la afición verdinegra, que tenía que frotarse los ojos para intentar entender lo que estaba viendo.
Sin embargo, con el partido en el alambre, el Joventut llevó el choque a su territorio. Con dos bases en pista, pesó mucho la veteranía y la picaresca de Albert Oliver, oportunísimo incluso en un par de rebotes ofensivos. Eso, las segundas opciones en ataque, y dos pick and roll de Fisher con Kuzmic comenzaron a desnivelar la balanza del lado local. El grupo de Salva Maldonado firmó un parcial de 8-0 que acabaría siendo clave (82-77, 37).
Los balones interiores a la atalaya de Kuzmic y el acierto del balcánico en los libres allanaron ya del todo la victoria verdinegra, mucho más sufrida de lo que atisbó su gente en el primer acto, ya que el Canarias, incluso con todo cuesta arriba, tuvo el orgullo de levantarse y dar la cara hasta el final para intentar dejar su sello en su visita al Olímpic y vender muy cara su derrota.
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