El Canarias cae en su estreno en un quiero y no puedo
domingo, 30 septiembre, 2012 - 12:09
La ansiedad y los nervios del debut le jugaron una mala pasada al Iberostar Tenerife en su reingreso en la ACB 21 años después, al caer por 101-86 en su visita a un buen Asefa Estudiantes. No arrancaron bien las cosas para los aurinegros que pagaron caro su mal inicio y fueron a remolque todo el partido. El 8-0 de entrada, con un Carl English omnipresente, condicionó el crecimiento de un duelo donde los tinerfeños tuvieron que nadar contracorriente.
El dominio del rebote (35 rechaces por 24 de los visitantes) permitió a los anfitriones cimentar un triunfo que tuvo también mucho que ver con la inspiración de un perímetro, el estudiantil, tremendamente acertado (72 puntos entre English, Granger, Kuric y Fernández). Lo intentó el Canarias por momentos, pero cualquier atisbo de remontada encontró siempre la contundente respuesta de los madrileños.
Ocurrió ya en el primer cuarto cuando un 2+1 de Fotis Lampropoulos amagó con meter a los de Alejandro Martínez en el partido (16-12, 9) para quedarse en un esfuerzo baldío (24-15, 10) y empequeñecido más si cabe cuando la salida a pista de Jesús Fernández hurgó en la herida de los insulares con otro 8-0 de inicio al principio del segundo cuarto (32-15, 13).
El caso es que la historia se repitió luego en varios tramos del choque cada vez que los tinerfeños trataron de equilibrar la balanza. El acierto de los locales desde más allá del 6,75 (6/11 al descanso en triples) ya presagiaba un día complicado para el Canarias, que llegó al receso quince abajo (48-33) y se tropezó luego con un cíclico querer y no poder.
Otro mal inicio de cuarto (5-0 tras la pausa) lanzó al Estudiantes hasta la veintena de ventaja (53-33), renta que alcanzó en varios momentos camino del cierre, pese a los intentos tinerfeños de meterse en el partido. El más significativo, uno espoleado con ocho puntos seguidos de Guillén que permitían soñar con la hombrada (80-66, 32), pero que volvió a quedarse en el amago.
Ni siquiera los triples de Saúl Blanco (4/5) y Levi Rost (5/8) permitieron a los aurinegros plantear una remontada con la consistencia suficiente para apretar el tanteo antes del desenlace, más que nada porque los visitantes sufrían más de la cuenta atrás para frenar la versatilidad de Kirksay (10+13) o el buen hacer de los jugadores de perímetro de un Asefa Estudiantes que no daría pie a la sorpresa hasta firmar el definitivo 101-86.
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