Alejandro Martínez sella su continuidad
jueves, 9 agosto, 2012 - 04:08
Nacido en el barcelonés barrio de Horta, pero criado y forjado como entrenador en Tenerife, Alejandro Martínez Plasencia (23/05/1966) cumplirá su novena temporada al frente del Iberostar Tenerife, tras sellar a primera hora de esta tarde lo que era casi una evidencia desde hace mucho tiempo, su continuidad en el equipo aurinegro, cuyo renacer en las categorías nacionales durante casi la última década fue siempre de la mano también de su crecimiento como entrenador. Martínez firma por las dos próximas temporadas.
No será su primera experiencia en la élite, ya que en su día ejerció de ayudante y delegado en el Tenerife Nº1, donde compartió banquillo con Alexander Gomelski y Trifón Poch, entre otros. Vinculado toda su trayectoria a los equipos de base de Tenerife, especialmente al Colegio Luther King, centro al que lleva ligado veinte años, Martínez viene de firmar además su cuarto verano con los equipos inferiores de la selección española.
Alejandro, responsable de los ascensos del conjunto canarista a la Adecco Oro y a la ACB, afronta el reto de la Liga Endesa con muchísima ilusión, tanta o más como la que ya se puede palpar en nuestro entorno, dijo en declaraciones a la web oficial del club (www.cbcanarias.net. Será una competición muy dura, porque estamos hablando de la mejor liga de Europa, pero si trabajamos duro y en equipo, y contamos con el respaldo fiel de nuestra afición, seremos capaces de competir y pelear por la permanencia, aseguró.
Pese a ser un recién ascendido y aunque contemos con varios jugadores sin experiencia en la liga, supliremos todo eso con sacrificio y más ganas que nadie, añadió. No voy a desvelar ningún secreto a propósito de cómo hemos trabajado siempre en este club: seguiremos creciendo con humildad, con los pies en el suelo y muchísimo trabajo. No conozco otra manera, sentenció.
Un curso plagado de récords
Alejandro viene de firmar la que ha sido su temporada más brillante al frente del primer equipo aurinegro, batiendo por el camino un sinfín de registros de lo más significativos. El Iberostar Canarias 2011/12 tuvo un promedio de 88 puntos a favor por partido, muy por encima del siguiente en esta faceta, que fue el Mallorca, con una media de 81,34 puntos.
Hasta en cinco ocasiones, el equipo aurinegro superó los 100 puntos, fijando un nuevo tope en su historial de Adecco Oro, ya que antes como mucho había alcanzado los tres dígitos al cierre del curso en tres ocasiones, en la temporada 2009/2010. El grupo de Martínez promedió 97 créditos de valoración por encuentro y fue de largo el más destacado en este apartado. Además, fue el mejor en tiros de dos, con un 54,8 por ciento de efectividad y el más acertado en libres, con un 81,3 por ciento.
El conjunto tinerfeño fue igualmente el que más faltas recibió de la liga, con 22,4 por choque; el segundo que más asistencias repartió, con 16,3 de media y el tercero que menos balones perdió, con 16,3 por encuentro. El Canarias certificó su ascenso como campeón de la fase regular a tres jornadas del final. Ningún equipo antes lo había conseguido con tanta antelación.
El equipo aurinegro batió su plusmarcas de triunfos en la Adecco Oro, con 26 victorias, por las 21 que tenía del curso 2009/10. Ganó 15 de sus 17 partidos en caso, batiendo su récord como local, que estaba en 14; y logró hasta 11 triunfos a domicilio (su récord anterior estaba en siete). Además, los de Alejandro firmaron su mejor racha histórica en la categoría con una serie de hasta siete triunfos consecutivos, enhebrados entre las jornada 2 y 8.
El gran año de Alejandro Martínez al frente del primer equipo aurinegro tuvo su guinda con una nueva experiencia con la selección española, la cuarta de su carrera. El técnico tinerfeño ya había sido ayudante de Juan Antonio Orenga en un Europeo U20, donde fue plata, amén de haber ejercido de primer entrenador con el combinado júnior en dos citas continentales donde fue quinto. En esta ocasión, Alejandro se hizo cargo del equipo nacional U17, con el que fue cuarto en el Mundial celebrado en tierras lituanas.