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El Iberostar Socas Canarias se pone el mono de faena para fortalecer su liderato

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Nunca una victoria tan sufrida supo a tanto. El Iberostar Socas Canarias tuvo que ponerse otra vez el mono de faena para sacar adelante un partido trabado que llegó a ponérsele muy cuesta arriba y que sin embargo sabe a gloria, sobre todo tras la derrota del Burgos ante Clavijo (68-75). El grupo de Martínez se impuso por 75-64 a un irreverente Clínicas Rincón, gracias a un 11-0 determinante en los momentos de la verdad que le permite afianzarse aún más en el liderato de la Adecco Oro, ahora con tres victorias de distancia sobre un pelotón de tres equipos.

Si es cierta la teoría de que los campeones han de saber ganar en partidos brillantes y en encuentros más feos, el equipo tinerfeño se apuntó este viernes noche a esas tésis en un partido que nació muy de cara, pero que los andaluces apretaron hasta el punto de entrar en los últimos tres minutos con serias opciones de triunfo. El 15-0 de inicio firmado por los aurinegros no tuvo el crecimiento plácido que muchos esperaban, entre otras cosas porque el Clínicas le echó cara al asunto y tiró de talento para devolver el choque al alambre.

La salida en tromba de los anfitriones, cimentada en los puntos de Albert Sábat, Nacho Yáñez y Jakim Donaldson, alley oop incluido, cogió al cuadro malagueño aún en los vestuarios. El caso es que lejos de ser un golpe definitivo, el conjunto de Manolo Povea volvió al redil a base de aprovechar su rebote ofensivo y los centímetros y envergadura de su imponente juego interior. Conforme crecía el partido, el Clínicas se lo fue creyendo, explotó su excelente físico y regaló incluso algún mate de lujo, como un par de acciones de Lorenzo y Todorovic, que recibieron incluso los aplausos de la entendida afición local.

El arreón inicial del Iberostar Canarias tuvo efecto gaseosa, ya que los de Alejandro Martínez no estuvieron en sus porcentajes habituales de acierto en el tiro (2/15 en triples y siete tiros libres fallados). Un 0-6 a la vuelta de vestuarios para igualar la contienda a 37 acabó ya por darle vidilla del todo al equipo visitante. Respondió el Canarias con oficio (43-37) pero los andaluces no estaban esta vez por la labor de ponérselo fácil al líder, hasta el punto de que el encuentro entró en su fase final marcado por la incertidumbre en el electrónico.

Equilibrado el choque, ambos equipos intercambiaron canastas y el Clínicas llegó a ponerse varias veces con dos puntos de ventaja. El caso es que, una vez metidos en el cuerpo a cuerpo, la veteranía de los anfitriones decidió la contienda. Con el Santiago Martín empujando lo suyo, Adrián Fuentes desgastando la subida del balón de los visitantes y Jakim Donaldson, saliendo fresco desde el banquillo, aprovechando la labor de desgaste hecha previamente por sus compañeros de la pintura, el Iberostas Socas Canarias puso las cosas en su sitio y le dio al partido el golpe definitivo.

Cinco libres seguidos de Jakim, la oportuna aparición de Richi Guillén y un par de tapones de otra galaxia del pívot de Pittsburgh allanaron el 11-0 final para desmontar ya del todo el descaro de un rival, el Clínicas Rincón, que dijo adiós a sus opciones con varias pérdidas seguidas, al tiempo que el Iberostar Socas Canarias sumaba una victoria sufrida. Sufrida y trabada, pero con el mismo valor que cualquiera otra y que al cierre de la temporada puede tener valor oro.

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