Pasión aurinegra en estado puro para estrenar el casillero de triunfos
viernes, 30 septiembre, 2011 - 11:09
El partido apenas tuvo historia. Y no la tuvo porque Richi Guillén, bien secundado por sus compañeros, se empeñó de entrada en que no la tuviera. Un 9-0 de parcial con el tinerfeño de protagonista y el cinco inicial de los anfitriones mordiendo en tareas defensivas declinaron ya la balanza del lado local. Poco pudo hacer el conjunto lucense que se vio desarbolado en unos cinco primeros minutos de auténtica pesadilla. El Guillenazo inicial tuvo continuidad en las acciones de Jakim Donaldson y en las penetraciones de Nico Richotti, todo eso bajo la sabia batuta de un Sàbat que acabaría gustándose.
El Breogán trató de frenar la estampida aurinegra que llegó incluso a recrearse con un escandaloso 20-3. Con Feldeine, MVP de la semana pasada, bien sujeto por la rotación exterior de los tinerfeños, sólo el ímpetu de Krabbenhoft y las acciones de Navajas permitieron a los visitantes maquillar su desventaja con un 0-10 de parcial. Sin embargo, lejos de ponerse nervioso, el Iberostar Socas Canarias se fue a los libres para tranquilizar a su gente y llevar el partido a donde más le convenía.
El grupo de Pepe Rodríguez se estampó contra un muro en un querer y no poder. Siete puntos seguidos de Sàbat pusieron otra vez las cosas en su sitio y allanaron el partido camino del receso (48-33, 20). Con sólo 48 puntos al cierre del tercer cuarto, el equipo gallego apenas podía argumentar nada para frenar los arreones de un equipo, el aurinegro, que salió del vestuario otra vez en plan vendaval para romper del todo la contienda con varios triples y acciones espectaculares que acabaron en mate.
La renta aurinegra alcanzó incluso los 25 puntos (71-46) ante un Breogán impotente que tuvo, eso sí, el orgullo de adecentar el tanteo aprovechando varios errores locales en la recta final, ya sin un valor determinante pero sí suficientes para menguar su ventaja hasta el 89-73 definitivo. Al final, hasta cinco canaristas acabaron en dobles dígitos de valoración para una nota final de 95 créditos, una supremacía evidente bajo tablero (40 rebotes frente a los 25 gallegos) y la sensación sobre todo de que, habrá que sudar y mucho, para ganar este año en la fortaleza del Santiago Martín a poco que equipo y afición sigan creciendo de la mano.
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