El Isla de Tenerife Socas Canarias pierde su segundo asalto con el Girona tras un final de infarto
domingo, 1 mayo, 2011 - 08:05
El Isla de Tenerife Socas Canarias perdió este domingo el segundo asalto de su serie de cuartos de final ante el Girona FC en un final de infarto (76-73). Fontajau volvió a atragantársele a los aurinegros, que regresan a la Isla con un 2-0 en contra tras un partido de lo más intenso. Así las cosas, la eliminatoria se traslada este miércoles al Santiago Martín (21:00 horas), fecha en la que los tinerfeños afrontarán una auténtica final y tratarán de salvar su primer match ball con el respaldo de su hinchada.
Un parcial de 13-2 al inicio del último cuarto, cuando los canaristas marchaban cinco arriba (57-63); un desenlace de libro de Levi Rost, autor de once puntos en los últimos diez minutos; los fallos en los tiros libres en el epílogo, con el encuentro en el alambre; la inferioridad en el rebote (30 por 38 del rival), junto a un mal día en el perímetro, explican en parte la derrota insular ante un rival que acumula ya ocho victorias consecutivas y prolonga a once triunfos seguidos su racha en casa.
No bastó el buen partido en ataque de la tripleta de interiores (47 puntos y 56 de valoración entre Richi, Chago y Fotis), ni los méritos acumulados por el grupo de Martínez en buena parte del encuentro, entre otras cosas porque el Girona volvió a exprimir sus bazas y a jugar mejor sus cartas en los momentos más determinantes, liderados por un Nacho Ordín en estado de gracia y un Pep Ortega rozando nuevamente las dobles figuras (14+9).
El representativo salió a la pista descarado con un 0-4 de Albert Sábat, que parecía desquitarse de entrada de su discreto partido del viernes. Sin embargo, el choque creció parejo con alternativas en el electrónico para ambos equipos. El duelo de bases marcó el desarrollo del primer cuarto. Los diez puntos de Ordín rivalizaban con los siete de Sábat, hasta que Guillén cogió el mando y anotó ocho consecutivos.
Igual que sucediera en el primer asalto, Urreizti aportó oficio saliendo desde el banquillo y encarriló los mejores minutos aurinegros. El equipo canarista aprovechó la precoz tercera falta de Rost (14) para firmar un 2-8 de parcial y alcanzar su máxima renta camino del receso (29-37, 17). El caso es que el Girona respondió con un 7-0 y devolvió el equilibrio al choque hasta que los libres de Fotis, Richi y Heras permitían a los de Martínez irse al descanso cuatro arriba (38-42).
Con la lección aprendida del otro día, el Canarias se mantuvo en la pomada a la vuelta del intermedio. Chagoyen dio un paso al frente y contagió por el camino a Lampropoulos. El problema es que el perímetro insular no acababa de encontrar la tecla, hasta el punto de que su tripleta de interiores monopolizó todos los aciertos visitantes entre el minuto 20 y el 36. Ni siquiera la ausencia de Guillén, que se tuvo que ir al banco al cometer en dos acciones seguidas su segunda y tercera falta, parecía mermar a los tinerfeños.
Con Sábat acelerado, bien defendido y fallón en el triple, el Girona jugó muchos minutos con dos bases en pista para liberar de esfuerzos a un Ordín que definitivamente ha recuperado del todo su versión ACB. El grupo de Ricard Casas jugó entonces la carta de Rost, incluso con el de Michigan en cuatro faltas. Tres triples suyos casi consecutivos cuando el Canarias amenazaba con romper la contienda (57-63, 30) cambiaron las tornas y metieron a los catalanes en el partido.
De ahí al final, el choque entró en un tiovivo de alternativas, con muchas visitas a la línea del 4,70, donde los tinerfeños no anduvieron finos, ni siquiera después de que Heras rescatara con un triple las esperanzas canaristas cuando más feas pintaban las cosas (72-65). El partido se apretó, pero en ese intercambio de golpes, el Girona estuvo más certero. Cuatro puntos seguidos de Fotis pusieron el 73-72 a falta de 45 segundos.
Con 74-72, Nico sólo pudo anotar uno de sus dos libres, cosa que no haría Rost, infalible y lanzado a esas alturas (76-73). Con 15 segundos por jugarse, Yáñez volvió a errar dos tiros desde la línea de personales y hubo incluso tiempo de un último intento a la desesperada de Fotis, de dos, pero tampoco entró. Fontajau festejaba así un nuevo triunfo de su equipo, que sigue sin perder en casa desde diciembre.
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