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El Isla de Tenerife Socas Canarias cae en Murcia con la cabeza bien alta

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El Isla de Tenerife Socas Canarias rozó la proeza este viernes noche en su visita al líder CB Murcia, tras caer en la prórroga (112-111) en un auténtico tributo al baloncesto ofensivo. Un tiro in extremis de Gray evitó la machada aurinegra en pleno corazón del infierno rojillo. Casi 8.000 personas llenaron a reventar el Príncipe Felipe para festejar el regreso del equipo pimentonero a la ACB. Un ascenso que los murcianos ya celebraban a poco de iniciarse el tiempo añadido, favorecidos por la derrota del Blu:sens Monbus en Burgos (68-56).

Pese a perder, el grupo de Alejandro Martínez mandó un aviso a navegantes a propósito de la capacidad competitiva de un bloque que dará mucha guerra en las series finales a poco que le respetan las lesiones y pueda rendir en la misma línea de este viernes.  Ni la presión de las circunstancias, ni el ambientazo en contra, intimidaron a los tinerfeños para apurar sus opciones hasta el último suspiro.

El representativo cierra la liga regular en séptima posición y se medirá ahora al Girona FC, cuarto clasificado, con el factor cancha en contra. La serie, que se celebrará al mejor de cinco encuentros, arrancará en tierras catalanas los días 29 de abril y 1 de mayo y se trasladará a la Isla el miércoles 4 y el viernes 6 para la disputa del tercer y cuarto choque. De hacer falta un quinto, la eliminatoria se decidiría en Fontajau el domingo 8.

El equipo aurinegro afrontará el play off con la sensatez de costumbre, el derecho a soñar ganado a pulso en una temporada colmada de contratiempos y la cabeza bien alta, tras firmar un gran partido en Murcia pese a la derrota. El conjunto insular llegó incluso a ganar de once a falta de siete minutos (76-87) y tuvo el triunfo entre sus manos en dos libres de Jaime Heras a tres segundos del final del tiempo reglamentario, pero el tinerfeño sólo pudo anotar uno de sus dos intentos.

Hasta ese momento, el partido se desarrolló con los aurinegros casi siempre al frente de las operaciones y los anfitriones superados por momentos por los acontecimientos. El descaro visitante, su meritorio porcentaje de acierto y su capacidad para abstraerse de todo lo que ocurría a su alrededor permitió a los de Martínez soñar con la machada. Sufrió más de lo esperado el Murcia, que salvo el 12-7 inicial, las pasó realmente canutas.

La muñeca de Sábat (tres triples en el primer cuarto y cinco al descanso) advirtió ya de entrada que el Canarias no iba a ser un convidado de piedra. El base aurinegro y el buen hacer de Lampropoulos saliendo desde el banquillo cimentaron un 0-8 de parcial camino del segundo cuarto (16-24, 9’) que sembraba las primeras dudas entre la hinchada local. No varió ni un ápice el guión. El Canarias salió metidísimo, así digerió el partido y las adversidades y así murió hasta el último segundo.

Con todo el bloque aportando, el conjunto de Martínez maniató a su rival, pese a que las faltas condicionaron por momentos a Chagoyen y Fotis. El Murcia tuvo que tirar de la envergadura de Faverani para no perder comba (38-46, 18’) y firmar un 6-0 de parcial antes del receso (44-46), que le permitía cerrar una herida que amagaba con ir a más. Tras el intermedio, el equipo insular jugó sus bazas con la misma seriedad, incluso en los peores momentos.

Hasta cuatro triples consecutivos de los rojillos (70-65), con Morentín haciendo bastante daño de falso pívot, cambiaron por momentos las tornas, pero ni así, el Canarias se rindió. La cuarta juventud de Yáñez (esta semana cumplía 38 años) y la mejor versión de un Heras cada vez más entonado devolvieron el mando a los aurinegros en la transición del tercer al último cuarto (72-74, 30’). Los de Martínez amagaron incluso la ruptura (76-87, 33’), tras otro triple del tinerfeño, pero al Murcia le iba la vida en ello.

Espoleados por su público, el grupo de Luis Guil apretó la contienda con un parcial de 9-0 (85-87, 34’) y el partido entró en su fase decisiva con todo en el aire y el supuesto ascenso local en el alambre. Diez puntos casi consecutivos de Pedro Rivero en la recta final rivalizaron entonces con la clase de Guillén en los momentos más calientes. A tres segundos del cierre una falta de Umeh mandó a Heras al 4,60, pero el de Las Mercedes sólo pudo anotar uno de sus dos intentos (101-101) y los posteriores errores del propio Rivero y de Coppenrath en el palmeo llevaron el partido a la prórroga.

Una vez en el tiempo añadido, y ya sin Fotis, Chago y Nacho, eliminados por faltas y el equipo anfitrión festejando el ascenso y liberado de toda la presión acumulada hasta ese momento, el Socas Canarias apuró hasta el último suspiro sus posibilidades. Una canasta de Guillén a doce segundos del final puso el 110-111 en el electrónico, pero en la última jugada Michael Umeh penetró y dobló para que Gray anotara sobre la bocina el definitivo 112-111.

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