¡ Qué lindo que viniste, Richotti !
viernes, 14 enero, 2011 - 11:01
El Isla de Tenerife Socas Canarias se reconcilió este viernes noche con la victoria, tras sus dos últimos tropiezos en casa, en una auténtica oda al baloncesto ofensivo por parte de dos equipos que buscaron el partido a tumba abierta en uno de esos ejercicios de descaro que tanto gustan al público y tan poco a los entrenadores. Un triple sobre la bocina de Nico Richotti le dio el triunfo a los aurinegros ante un inspiradísimo Tarragona (93-96), tras un choque de vértigo con un epílogo no apto para corazones frágiles.
El mayor temple del conjunto tinerfeño en la segunda mitad para sujetar un partido loco y frustrar un inicio impecable de su rival desembocó finalmente en la tercera victoria seguida a domicilio de un grupo, el de Alejandro Martínez, que se afianza en los puestos de play off y gana un peldaño en la clasificación, favorecido por la derrota del Navarra en Lleida (72-65).
El equipo canarista tuvo la paciencia suficiente para madurar un partido que llegó a tener muy cuesta arriba camino del descanso (43-30, 15), tras un arranque casi de récord de los catalanes, cuyos porcentajes rozaron la perfección en el primer acto. La exhibición de Sàbat desde más allá del 6,75 (8/11 en triples), la determinación del propio Richotti y la pareja de interiores formada por Guillén (31 de valoración) y Chagoyen (13+13) resultaron determinantes en la victoria insular.
Igual que lo fue la oportuna dósis de rabia de Mac Koshwal cuando peor pintaban las cosas y el despertar defensivo del grupo tras el receso para echar freno a un Tarragona que hasta ese momento lo metía todo. Cinco triunfos en los últimos nueve encuentros de los azulones habían puesto ya en alerta a los aurinegros, que sabían de antemano que el rival de este viernes mordía mucho más que el que ya planteó bastante resistencia en la visita a la Isla, coincidiendo con el cruce de la primera vuelta.
La explosividad de Franklin (8 puntos y 2 rebotes en los cinco primeros minutos), la segunda falta de Flemings en apenas tres minutos y un par de triples consecutivos de Alba y Schraeder amagaron la primera ruptura (20-15, 6) en un inicio marcado por la excelencia ofensiva de los anfitriones. Lejos de menguar su tremendo acierto inicial, el grupo de Berni Álvarez llegó a manejar porcentajes de escándalo (5/5 en triples, 8/8 en libres y 10/15 en tiros de dos en el minuto 15) ante un Socas Canarias que bastante hacía con mantenerse en el partido.
En plena euforia local, el noruego Oglesby firmó un segundo cuarto de película (16 puntos sin fallo), lo que hizo saltar las alarmas (43-30) en el Socas Canarias. La oportuna aparición de Koshwal, con cuatro puntos seguidos y un robo a Franklin, perfiló entonces el inmediato renacer canarista de la mano de su núcleo duro de nacionales. Un 2-11 de parcial, dos triples de Sàbat y otro de Chago devolvieron la igualdad al choque (53-52), si bien una canasta de Aguilar y un triple in extremis de Schraeder permitieron a los locales irse al intermedio mandando en el electrónico (58-52, 20').
Fue entonces cuando el Socas Canarias tiró de oficio para poner un poco de cordura y aprovechó para hacer valer los galones de su bloque. Con Oglesby bien sujeto por Richotti, el propio argentino desnivelando en ataque, Chagoyen barriéndolo todo en los dos aros, Guillén rebuscando en su rico repertorio de movimientos y Sàbat soltando la muñeca con osadía y acierto, el grupo de Alejandro Martínez culminaba su remontada y presentaba sus firmes credenciales al triunfo.
El caso es que el Tarragona no iba a rendirse fácilmente y pese a los amagos visitantes por romper la contienda (82-88 y 87-91), Serrallo apretó de lo lindo y el partido entró en su desenlace en un cara o cruz de infarto. El oficio de Alba y cuatro puntos seguidos de Aguilar empataron el choque (93-93) a falta de un minuto para el cierre. Un oportunísimo tapón de Guillén fue la antesala de una última jugada no apta para cardiacos en la que un triple sobre la bocina de Nicolás Richotti dio a los aurinegros una victoria tan sufrida como reconfortante.
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