El Menorca impone su físico y dureza para colocar el 1-2
miércoles, 19 mayo, 2010 - 11:05
El Socas Canarias Ciudad de La Laguna cayó derrotado este miércoles noche (78-81) ante un Vivemenorca que recupera el factor cancha en la serie de semifinales tras un partido intenso donde la dureza defensiva de los baleares, la profundidad de su banquillo y su mayor acierto en los libres (16/18 por 24/31 de los anfitriones) acabaron decantando la balanza del lado visitante.
Lo tuvo cerca el equipo tinerfeño que estuvo a punto de romper el partido en el tercer cuarto (52-41) tras sobreponerse a un comienzo de encuentro complicado donde los de Paco Olmos cambiaron por completo su guión con respecto a los dos primeros duelos de la eliminatoria. El técnico valenciano apostó por Cuthbert Victor de cuatro y puso a Michel Umeh a defender al base local para desgastar la subida de balón de los aurinegros.
El oficio de Diego Sánchez y los triples del propio Umeh dieron las primeras ventajas significativas para los baleares (6-13 y 17-24). El Menorca, consciente del colchón de efectivos de gran calidad que tenía en su banquillo (por eso es uno de los trasatlánticos de la categoría), llevó el partido al territorio más físico y se empleó con extrema dureza atrás. Las rotaciones de Olmos se lo permitían y el Socas Canarias sufría por momentos.
Sin embargo, lejos de venirse abajo, el grupo de Martínez recuperó el mando en el electrónico tras un 10-2 de parcial (27-26) culminado con un triple de Nacho Yáñez y liderado por el buen hacer de Garrido en la dirección. El equipo canarista comenzó a soltarse en ataque y llegó al receso 40-32 tras un oportuno triple de Guillén. A la vuelta de vestuarios, el Socas, espoleado por un público que prácticamente llenaba el Ríos Tejera, tuvo en su mano la ocasión de romper el partido.
Tres triples consecutivos de Levi Rost, Guillén e Urreizti y una canasta de dos pusieron el 52-41 en el marcador, pero fue entonces cuando el Menorca, por difícil que pareciera, subió todavía más su dureza defensiva y amparado en los puntos de Cuthbert y Sánchez firmó un parcial de 2-16 (54-57) para devolver el partido al alambre.
Con el partido chico a chico, el intercambio de canastas marcó el epílogo. Los aciertos de media distancia de Torres rivalizaron entonces con la determinación de Donaldson. La tensión se mascaba y el duelo estaba destinado a morir en un final de infarto. Por ahí, con 76-77 y 28 segundos para el cierre, un error defensivo de los locales en un saque de fondo del Menorca permitió una canasta fácil de Turner casi decisiva.
Los últimos arreones de los aurinegros desde el 4,60 se quedaron en la orilla (Garrido tiró a fallar su segundo intento dos abajo a 11 segundos del final pero el rebote fue para los visitantes), mientras que el Menorca aprovechó la coyuntura para llevarse la victoria y poner la eliminatoria 1-2 a su favor.
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