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El Socas Canarias enseña los dientes y gana en Melilla

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El Socas Canarias Ciudad de La Laguna puso este viernes noche patas arriba el Pabellón Javier Imbroda al imponerse al Melilla por 81-88 en un triunfo de mucho prestigio y múltiples lecturas positivas para los tinerfeños. El grupo de Alejandro Martínez acumula su cuarta victoria consecutiva, se afianza en el tercero puesto al verse también beneficiado de la derrota del Burgos en Cáceres (78-68) y asalta el fortín de los norteafricanos, que llevaban 16 triunfos consecutivos en su cancha (15 este curso, incluido el título de la Copa del Príncipe).

El conjunto aurinegro, que de paso sacó adelante el average particular (había perdido de cinco en La Laguna), firmó un partido de lo más completo tras un primer tiempo de  manual (36-50) en el que llegó a manejar ventajas de 15 puntos y lo más importante: mantuvo la compostura cuando más apretaron los anfitriones en el tercer cuarto en busca de una remontada que no llegó nunca ante la seriedad de los tinerfeños.

Los pupilos de Martínez pudieron con una de las mejores plantillas de la liga y en territorio hostil, por aquello de las abrumadoras estadísticas como local que acumulaban los de Gonzalo García, tras un choque donde el grupo volvió a dar la cara en todo momento. Con los roles cada vez más definidos, el Socas volvió a practicar su juego alegre en ataque, cimentó su triunfo en una buena labor defensiva, sobre todo en el primer acto; y se llevó la decisiva batalla del rebote (37 rechaces por 36 del rival).

El choque arrancó a ritmo de vértigo, con los canaristas dejando constancia de las virtudes de su perímetro (4/5 en triples al cierre del primer cuarto). Los tres primeros ataques de los tinerfeños llegaron a raíz de dos aciertos de Jaime Heras y uno de Urreizti desde más allá del 6,75. El conjunto insular salió con todo y sin complejos. Ni siquiera el buen arranque de Morentín (ocho puntos en el primer cuarto) pudo con la salida de los visitantes que aprovecharon un parcial de 0-7, con cinco puntos de por medio de Jakim Donaldson, para abrir la primera brecha significativa (12-18).

A partir de ahí, el Canarias mandó siempre en el marcador. El gran segundo cuarto de Chagoyen (nueve puntos en diez minutos) y un ritmo frenético en ataque llevaron a los aurinegros a alcanzar la quincena de ventaja en varias ocasiones (25-40, 28-43 y 30-45) ante un Melilla maniatado que por primera vez este año no podía hacer su juego ante su hincada.

Tras el receso, llegó la esperada reacción de los norteafricanos, que apretaron lo suyo atrás y se ampararon en la explosividad de Jason Robinson (once puntos casi seguidos) para firmar un parcial de 12-4 y apretar el tanteo hasta los seis de desventaja (48-54). Sin embargo, el Socas mantuvo el temple y evitó que la remontada local fuera a mayores.

El buen hacer de Jakim bajo tablero (36 de valoración para su enésima actuación de lujo) y cinco puntos clave de Nacho Yáñez en el epílogo del tercer cuarto (57-68) permitieron respirar a los canaristas. El Melilla siguió intentándolo, sobre todo, con los centímetros y el físico de Morentín y Starosta, pero el Canarias seguía a lo suyo. Un triple clave de Richi Guillén para el 64-76 y un rebote ofensivo de Donaldson que acabó en un mate espectacular para el 70-82 a falta de 1:15 para el final, allanaron la victoria visitante.

Con el partido decidido y el average aún en el aire, el grupo de Gonzalo García trató a toda costa de perder por menos de cinco. Por momentos, los cambios de balonmano transformaron la pista en el metro en hora punta, pero ni así el Melilla pudo salvar el coeficiente particular ante un Socas Canarias que cierra la jornada con una exhibición a domicilio de lo más meritoria. Un partido para enmarcar de los de Alejandro Martínez que enseñan los dientes y prometen dar mucha guerra en las series finales.

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