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El Iberostar Tenerife sigue haciendo historia

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El Iberostar Tenerife sigue derribando barreras. El grupo de Txus Vidorreta tumbó este miércoles al vigente campeón francés, el Asvel Lyon Villeurbanne (61-51), para clasificarse por primera vez en su historia para la Final Four de un certamen continental. Tras empatar en la ida (62-62), el equipo tinerfeño sacó hoy su billete para la fase final de la Basketball Champions League (BCL) con un gran acto defensivo y un brillante ejercicio de constancia, la misma que le transmite siempre desde la grada su fiel afición.

Con un Santiago Martín otra vez inmenso, el conjunto canarista sacó adelante un nuevo desafío, no sin antes sufrir lo suyo ante un rival correoso, 18 veces campeón de Liga en su país, y perseverante casi hasta el último resuello. Fue un partido tan tenso como se esperaba y muy físico, por la privilegiada condición atlética de los galos. Sin embargo, en esa puja de gladiadores entregados totalmente a la causa, pudo más el coraje de los aurinegros y el aliento de su hinchada.

Arrancó el encuentro con muchos nervios. En ese intercambio de precipitaciones, Walter Hodge asumió la responsabilidad ofensiva del Asvel, anotando ocho de los diez puntos de su equipo en el primer cuarto (13-10). Tuvo no obstante que remar contracorriente el equipo francés, con problemas en su ya mermado juego interior, a raíz de dos precoces faltas de su principal baluarte en la pintura, Darryl Watkins.

Fue a medida que avanzaron los minutos cuando el Iberostar Tenerife comenzó a imponer su mejor rotación, ajustó piezas atrás y, sobre todo, controló el número de pérdidas (dos en el segundo cuarto por ocho en el primero) para jugar sus bazas con más cabeza. Dos mates consecutivos de Fran Vázquez, en medio de un parcial de 6-0 (17-10, 11’), supusieron el primer aviso serio a navegantes de los anfitriones. El caso es que el Asvel contestó con entereza, tiró de físico y firmó un 0-10 para ponerse incluso por delante (21-22).

Aún así, el Canarias no perdió los nervios, mantuvo el tipo y rumió sus ataques con inteligencia para buscar siempre las mejores opciones. Un par de buenas acciones de mérito de Bogris y Grigonis; un valiente 2+1 de un tremendo San Miguel y un coast to coast de Nico Richotti en los últimos segundos del primer acto, permitieron a los canaristas irse al descanso seis arriba (30-24).

Apretó aún más atrás el Iberostar Tenerife a la vuelta de la pausa y de hecho amagó de entrada con una ruptura importante (41-28, tras triple de Davin White), ante un rival, el galo, al que inicialmente le costó un mundo anotar, pero que sin embargo volvió a engancharse al partido con dos triples consecutivos y un arreón de 0-12 (41-40, 31’). En esa tesitura, con el partido chico a chico, el Santiago Martín dio un paso al frente y los tinerfeños mejoraron prestaciones conforme llegaron los minutos más determinantes.

Dos fogonazos desde el 6,75 de Marius Grigonis y un triple también clave de Tariq Kirksay para el 52-44 (37’) allanaban ya prácticamente el triunfo. Hubo tiempo aún para el enésimo amago de los visitantes por forzar un epílogo igualado (52-47), pero varios minutos tremendos de Fran Vázquez en las dos zonas; la determinación de San Miguel, que acabó eclipsando a Hodge, el acierto intermitente en los libres y un tapón de Tim Abromaitis certificaron ya del todo el ansiado sueño de los aurinegros con el 61-51 definitivo y su histórica clasficación para la Final Four. Un hito más en una temporada que sigue siendo inolvidable.

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